Ximena Ponce, miembro del politburó del movimiento oficialista, reconoce que la figura presidencial será decisiva en la elección de asambleístas
¿Para qué servirá la asamblea de Alianza País del próximo sábado, si ya se confirmó que el presidente Rafael Correa irá a la reelección?
La asamblea será el resultado de las convenciones provinciales y programáticas que se realizaron desde julio. Todos estos espacios son parte del proceso democrático de selección de candidatos. Ahí se plantearon los nombres de precandidatos a la Asamblea.
¿Y la reelección de Correa?
También. El pronunciamiento unánime fue: Rafael Correa a la Presidencia y Lenín Moreno a la Vicepresidencia. Por eso es la propuesta única de candidatura que se mocionará el sábado. Pero el espacio legal donde se toma la decisión de adoptar la candidatura es la asamblea del movimiento.
Moreno anunció que no será candidato, ¿se han hecho gestiones para persuadirlo de que cambie de opinión?
Se le presentó la decisión unánime de las bases. Pero en las últimas conversaciones reiteró su negativa, aunque dijo que será el primer campañista de Alianza País.
Entonces, ¿qué cuadros hay para la Vicepresidencia?
Hay algunos compañeros y compañeras. La decisión se tomará el sábado, como colectivo.
Si hay algunos nombres, ¿por qué no se escoge en primarias, como en el 2009? ¿No es un retroceso democrático interno no hacerlo?
Al contrario, ha sido un avance. En el Código de la Democracia colocamos dos formas para escoger candidatos de las organizaciones políticas: las primarias y los espacios de representación. Escogimos la segunda opción.
¿Y en qué reside el supuesto avance frente a un proceso de primarias internas?
Hemos construido esos espacios de representación y hemos logrado llegar a acuerdos en mesas de diálogo con distintos actores del partido. Ese es un elemento esencial de la democracia. En épocas anteriores nos han vendido la idea de que votar es el único recurso de la democracia…
El propio Presidente dice que él impone la agenda porque gana elecciones.
En Alianza País hemos debatido no solo los nombres de los candidatos, sino las propuestas y las representaciones. Esa es la riqueza de este proceso.
¿Trasladarán esa línea de debate y consenso en la nueva Asamblea, después de un período en que el oficialismo ha impuesto sus tesis?
Siempre ha existido apertura para los debates. Han existido altos niveles de socialización. Por ejemplo, durante la aprobación de la Constitución en Montecristi. Lo mismo ha ocurrido con la Asamblea, que ahora llega hasta los territorios. En las comisiones legislativas también se interactúa con todos los actores.
El criterio del Ejecutivo se impuso en asuntos como el Código de la Producción, las reformas tributarias y, de momento, pasa lo mismo con la ley para financiar el Bono de Desarrollo Humano.
No sé si el término es imponer, sino que las tesis van ganando espacio. Eso ocurre en la última reforma para la redistribución de la riqueza (Bono).
¿Cómo?
El Bono se ha colocado en el debate nacional y no solo en la Asamblea. Todas las expresiones ciudadanas han apoyado una política de subsidios focalizados.
¿Pero dónde está el acuerdo? El oficialismo no toma en cuenta el pedido de la banca por los riesgos del proyecto.
El actor financiero tiene representación política en la Asamblea. Ahí están sus legisladores.
¿Este proyecto no tiene la finalidad de golpear la candidatura de Guillermo Lasso, ex presidente de Banco de Guayaquil, por plantear un aumento del Bono con el presupuesto de la publicidad?
El interés es ir configurando un sistema de protección social integral. Eso se hace con los hechos. Desde el 2007 el programa del Bono de Desarrollo Humano ha ido cambiando.
El hecho es que el Gobierno subirá el Bono en campaña electoral y desactivará una oferta a la oposición.
La virtud del Presidente es tomar decisiones con ‘timing’. El tema de los subsidios ha sido objeto de un debate muy duro en el país y la derecha ha sido muy crítica. El Presidente lo que ha hecho es colocarlo en debate en el momento político adecuado. Y ya ha llegado a un acuerdo con todos los actores: ese subsidio es adecuado. Ahora se busca llegar a un acuerdo en las vías de financiamiento.
Pero desde hace casi seis años el Presidente no ha tomado la decisión de focalizar el subsidio al gas, que sí trae un desgaste político.
La gestión del Gobierno beneficia a las mayorías, y por eso son afectas a su programa.
¿Cree que es justo que todos paguen USD 1,60 por una bombona de gas y accedan a ese subsidio?
El tema de los subsidios a los combustibles debe ser analizado.
¿Seis años fueron insuficientes para hacerlo?
Se lo ha hecho. Por ejemplo en los vehículos de gran cilindraje, a través del ‘impuesto verde’. Ahí hay temas redistributivos.
Pero es una tarea pendiente para el Gobierno.
Los subsidios, en su conjunto, se han ido discutiendo y modificando. El Bono se entrega con el compromiso de que los hijos vayan a la escuela. Es parte de una cadena de protección social que también incluye créditos productivos.
¿No resulta paradójico que el Presidente se adueñe del Bono, una creación de Jamil Mahuad, a quien tanto ataca?
Contradictorio sería no haberlo encauzado en un programa de protección. La oposición es la que cae en contradicción: durante más de cinco años cuestionó la entrega de ese bono y ahora, en campaña, ofrece elevarlo.
Si la línea de conducción de la Asamblea no va a cambiar en el nuevo período, ¿en qué se reflejará la renovación en las listas de Alianza País?
Vamos a conjugar la experiencia de cuadros probados (en la Asamblea) con nuevas figuras que se han consolidado en otros espacios. Vamos a dar varios mensajes. Por ejemplo, que la revolución ciudadana la construimos desde todos los espacios y vamos a hacer un solo frente: Ejecutivo, Legislativo, los gobiernos autónomos descentralizados, el partido y las organizaciones sociales…
Ese mensaje más bien suena a controlar todo el Estado.
Somos una fuerza política cuyo proyecto tiene que expresarse en esos espacios.
Entonces, el desafío es tener mayoría absoluta para controlar la Asamblea.
Así es. Pero el control es una palabra muy simple para significar lo que queremos hacer en la Asamblea…
Pero con ese control en este período legislativo, el bloque gobiernista casi ha anulado la fiscalización.
Ha existido fiscalización, lo que no ha habido son juicios políticos en los que se sacaban muñecas de trapo. Hay asambleístas que han querido hacer de la fiscalización su plataforma política, sin que sus denuncias tengan sustento.
La Comisión de Fiscalización acaba de negarse a encontrar un responsable político por el caso Duzac y declaró reservada toda la información relacionada.
Los ministros siempre han estado dispuestos a contestar los pedidos de información. La fiscalización no es equivalente a un juicio político. Hay que darle la fortaleza a la Asamblea para hacer reales los procesos de fiscalización.
Sus palabras parecen confirmar que A. País manejará el mismo formato de fiscalización en el nuevo período.
Planteamos que la fiscalización sea dentro de los parámetros legales y jurídicos. Hay pedidos de información realmente descabellados. Por ejemplo, cuando querían la información individual de las personas que estaban en el listado del Bono.
Pero ahora los legisladores ya no pueden solicitar información de forma directa.
Hay que medir la gestión de fiscalización cuando hay fundamentos y cuando permite aclarar temas de interés ciudadano.
¿Cuánto pesaron las encuestas para definir las listas de candidatos?
Las encuestas tienen una validez relativa en el movimiento. Dan una idea de la percepción ciudadana sobre aquellos cuadros que ejercen una función pública. Sin embargo, no dan la definición final; hay nuevos cuadros que surgen en provincias y que no tienen el mismo nivel de exposición que un asambleísta.
¿Habrá ministros y secretarios de Estado que irán a la Asamblea y legisladores que colaboren en el Ejecutivo?
Sí. Lo que nos toca es ver cómo nuestros cuadros probados, como asambleístas, alcaldes, concejales y líderes de organizaciones sociales, pueden formar un equipo de trabajo integral.
Si los mismos asambleístas, ministros o concejales serán los que vayan a las elecciones, ¿qué cuadros nuevos ha formado Alianza País?
A veces solo vemos las figuras nacionales. Hay muchos compañeros que se han desempeñado destacadamente en espacios locales, así como en las dirigencias del movimiento.
¿Usted es un ejemplo?
Puedo ser un ejemplo. Pero hay cientos de liderazgos que se han ido construyendo más allá de ejercer una función pública.
Entonces, ¿cuánto va a pesar la figura presidencial en la elección de asambleístas?
Los estadísticos tienen fórmulas para determinar cuántos votos (de los asambleístas) pueden atribuirse a Correa.
¿Cuál es el porcentaje?
No lo tengo, pero son cálculos que pueden realizarse.
¿Será una figura trascendental para la votación de asambleístas?
No solo en la elección, sino en la transformación del país.
Si el Gobierno está tan seguro de una victoria, ¿por qué se buscan mecanismos legales para poner restricciones a la oposición y a la tarea de la prensa?
La misma oposición se pone cortapisas por su incoherencia. Antes estaba contra el Bono y ahora está a favor en campaña. No veo otras cortapisas.
¿Los límites a la tarea informativa y editorial de la prensa en campaña no restringen las libertades democráticas?
Aquí no se hacen leyes con dedicatoria, sino para todos los ecuatorianos.
¿No es contradictorio restringir la tarea de los medios, cuando en el 2006 la candidatura de Correa tomó vuelo por el espacio democrático que tenía en ellos?
No son medidas direccionadas a una determinada coyuntura o persona. Lo que buscan es transparentar la información. Si un medio quiere respaldar a un candidato y hace entrevistas o perfiles que busquen respaldarlo, tienen que expresarse como una organización política y no como un medio independiente.
Según su razonamiento, ¿el The New York Times debería reconocerse como partido político por haber expresado su apoyo a la reelección de Barack Obama?
Debería actuar de acuerdo con las normas de su país.
¿El movimiento tiene un déficit de cuadros nacionales? No se ve un relevo para el Presidente, quien en caso de ganar ha dicho que se retirará definitivamente en 2017.
Creo que hay figuras que pueden ir acompañando este proceso, desde cualquier espacio. El fortalecimiento de algunos cuadros se va dando en las reelecciones en la Asamblea.
Si después de seis años nadie en A. País se atreve a presentarse en primarias frente a Correa, ¿no hay un balance negativo en esta materia?
No pensamos solo en el nombre. Puede haber un líder brillante, pero si no hay un programa definido no vamos a ningún lado.
HOJA DE VIDA
Ximena Ponce León
Su trayectoria. Ingeniera química. Fue elegida concejala de Quito el 2009, pero renunció para ser Ministra de Inclusión Económica y Social. Es miembro de la directiva nacional de Alianza País.
Su punto de vista. Señala que el reto del movimiento es controlar la Asamblea y anticipa que se mantendrá el actual esquema de fiscalización.