El 69,7% de alcaldías tendrán autoridades que no han sido antes burgomaestres o prefectos. Hay 37 que regresan a las alcaldías luego de cuatro años. Las elecciones seccionales se realizaron el pasado 24 de marzo del 2019. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Apostaron por la reelección y ganaron alcaldías y prefecturas. Se trata de 16 alcaldes y cuatro prefectos que estuvieron en el período anterior y ahora su administración se extenderá hasta el 2023.
De los 221 alcaldes, EL COMERCIO DATA identificó a 16 reelectos, de entre 33 y 65 años de edad. La mitad corresponde a cantones de la Sierra y el resto de la Costa.
En este grupo -conformado por 14 hombres y dos mujeres- resaltan tres burgomaestres.
Jhansy López, con apenas 33 años, comenzará su segundo período en el Municipio de Zaruma, en El Oro. Recuerda que cuando empezó, en 2014, nadie le conocía, pero buscaba un cambio generacional y hoy ha logrado consolidar su liderazgo. Ganó con el movimiento Avanza (8), que lideraba el exministro de Industrias, Ramiro González, quien ahora afronta un proceso penal.
Jaime Granda, de 60 años, tendrá su tercera gestión en otro cantón orense: Piñas. Él ganó con apenas 21,38% de votos, junto con el movimiento Progreso para Piñas (lista 104).
Raúl Delgado, de 49 años, en cambio, es un caso particular. Era alcalde de Guachapala, en Azuay, y ahora ganó la Alcaldía del cantón vecino Paute, con 41,7% de la votación.
El art. 95 del Código de la Democracia dispone que para ser candidato a alcalde se requiere “haber nacido o vivido en la respectiva jurisdicción por los menos dos años de forma ininterrumpida”. Según Delgado, cumple sin problemas porque nació en Paute y vivió allí parte de su juventud. Hasta 1995 Guachapala fue una parroquia de Paute y luego se cantonizó. “No hay ningún impedimento legal. Me impugnaron la candidatura y el Consejo Nacional Electoral (CNE) me habilitó”.
Otro dato: de los 16 reelectos, nueve ganaron a través de alianzas con organizaciones políticas nacionales y locales.
154 alcaldes primerizos
Entre los alcaldes electos, 154 no han estado al frente de alcaldías o prefecturas anteriormente, es decir, el 69,7%. Y de estos, 52 no registran cargos públicos en las declaraciones enviadas a la Contraloría.
Del otro lado, quienes han estado en el sector público registran cargos como exasambleístas, exconcejales, docentes, jefes políticos, consejeros provinciales, entre otros.
Para Felipe Burbano, analista político, a nivel local hay una búsqueda de nuevos liderazgos, que generan confianza entre el electorado. De ahí nace la efervescencia de movimientos locales por fuera de los partidos tradicionales. Cita como ejemplo a Pedro Palacios, alcalde electo de Cuenca, cuya experiencia es empresarial.
Maximiliano Donoso Muller, consultor político, añade que los concejales que llegaron a las alcaldías usaron ese cargo como carta de presentación, pero en el caso de los asambleístas es distinto, porque en la dinámica local la gente mide las acciones y el conocimiento de cada uno de los cantones.
En el listado de burgomaestres también se observa que 66 autoridades registran entre dos y cuatro períodos, lo que significa hasta 16 años en ese cargo de elección popular.
Por ejemplo, Auki Tituaña, de Cotacachi (Imbabura), vivió tres constituyentes y nueve gobiernos durante tres períodos consecutivos. En los recientes comicios reconoce que ganó nuevamente por el peso que tiene como figura política y haber terciado con el movimiento Concertación, liderado por César Montúfar, quien ha jugado un papel clave en las denuncias contra el anterior régimen de Rafael Correa.
Mario Conejo, de 59 años, también va por su cuarto período. En las seccionales del 2014 perdió contra Gustavo Cisneros, quien deja la Alcaldía de Otavalo. Ahora regresa convencido de que los electores votan más por las personas que por las organizaciones políticas. Él participó con un movimiento apenas formado.
En los próximos años trabajará en formar nuevos liderazgos en los barrios y comunidades, donde cree que los jóvenes tienen un conocimiento muy limitado del cantón.
En el análisis también se destacan 37 alcaldes que estuvieron entre 2009-2014 y regresan a sus municipios cuatro años después. En este mismo grupo hay 11 que estuvieron en períodos anteriores al 2009.
Para Maximiliano Donoso, los casos en que estuvieron ausentes uno o dos ciclos y han vuelto, se trata de personajes que no dejaron la política y que la gente los prefiere por su experiencia. “En muchos casos se mantuvieron activos, por ejemplo, promocionando obras que hicieron durante su período y criticando las obras del Alcalde actual”.
Enfatiza que no es lo mismo quedarse en el imaginario de la gente con obras hechas durante 14 años que por cinco. Además, hay que tomar en cuenta que los últimos cinco años estuvieron marcados por una recesión económica, lo cual limitó la asignación de recursos y la concreción de obras.
Entre los prefectos reelectos hay dos que fueron alcaldes: Ángel Coloma, de Bolívar, y Pablo Jurado, de Imbabura. Mientras que Rafael Dávila fue asambleísta y diputado de Loja. Guillermo Herrera, de Carchi, en cambio, reemplazó en el 2012-2014 al prefecto titular René Yandún, quien renunció para ir a la Asamblea y fue electo en el ciclo pasado, por lo que se prevé que estará una década en el cargo.
Dávila es el que menos porcentaje de la votación alcanzó: 34%, en tanto Herrera lideró la votación, incluso, nacional en esta dignidad, con 61,35%.
En contexto
Tanto en el Consejo Nacional Electoral (CNE) como en el Tribunal Contencioso se resuelven recursos de impugnación y apelaciones a los resultados de las elecciones del 24 de marzo pasado. Según la norma, las autoridades se posesionarán el 14 de mayo.