Afiliación para las amas de casa, en análisis

Paola Pabón, asambleísta de Alianza País, y Natalia Sierra, Profesora de la Universidad Católica de Quito. Foto: Eduardo Terán, Diego Pallero/ EL COMERCIO

Paola Pabón, asambleísta de Alianza País, y Natalia Sierra, Profesora de la Universidad Católica de Quito. Foto: Eduardo Terán, Diego Pallero/ EL COMERCIO

Paola Pabón, asambleísta de Alianza País, y Natalia Sierra, Profesora de la Universidad Católica de Quito. Foto: Eduardo Terán, Diego Pallero/ EL COMERCIO

‘Esta reforma no es un tema de hombres contra mujeres’

Paola PabónAsambleísta de Alianza País

¿Cómo mira la inclusión de las amas de casa en el sistema de Seguridad Social?

Esta es una lucha histórica de las amas de casa que han planteado que su aporte sea valorado. No es un tema nuevo, nació en Montecrissti, pues ahí se reconoció el aporte del trabajo doméstico no remunerado en la economía formal del país que es del 15% del PIB .

Por qué esta reforma está enfocada solo en las mujeres ¿Qué sucede con los hombres, no es un enfoque sexista?

Este tipo de medidas permiten equilibrar las condiciones de inequidad. No desconozco que haya un grupo de hombres que esté dedicado a las tareas del hogar, sin remuneración, pero es minoritario. Un estudio del INEC revela que el 75% de las tareas del cuidado del hogar son asumidas por las mujeres, el 25% restante se distribuye entre los hombres, Estado y empresa privada. Los datos demuestran que por las condiciones de machismo, no ha existido equidad en la tarea del cuidado que recae de manera absoluta en las mujeres.

Si esta iniciativa resulta positiva, ¿se aplicará también para los hombres?

No descarto que los beneficios de la norma en un futuro puedan ser para todas las personas dedicadas a las tareas domesticas, sin remuneración. Este no es tema de hombres contra mujeres, hay condiciones reales de inequidad en el acceso a la educación, salud y en temas de cuidado.

¿Cuántas amas de casa serían beneficiadas?

Estamos hablando de un millón y medio de mujeres. La reforma tal como está planteada es paulatina y plantea varios momentos. En este marco destaco la postura del Ejecutivo de empezar por aquellas mujeres que están en los quintiles de mayor pobreza.

Pero el acceso a la salud o la posibilidad de préstamos no constan entre los beneficios de los que gozarán...

Es importante medir las prestaciones, la jubilación es una de ellas pues las amas de casa viven tragedias cuando dependen de una manutención particular. Hay que considerar que este acceso a la seguridad social depende de recursos económicos y estamos priorizando lo que es urgente. Las amas de casa no podrán acceder a créditos y para qué necesitamos un servicio de salud especializado para los afiliados, si hay un sistema de Salud Público fuerte. 

‘El problema es que aparece la figura del patrón en el hogar’

Natalia SierraProfesora de la Universidad Católica de Quito

¿Se puede pensar que hay criterios machistas en la afiliación a amas de casas?

En la reforma se habla de personas que se dedican al trabajo del hogar. En los discursos, lo que dicen es que generalmente las personas que se encargan de eso son mujeres. No hay nada explícito. Ya en las declaraciones sí hacen mas referencia a las amas de casa.

¿Cuáles son las debilidades en esta reforma?

Que sea de carácter obligatorio. Las personas que no están afiliadas al seguro social son de los sectores más pobres o los más ricos. Solo las personas que reciben el bono van a tener la cobertura del Estado. Quiere decir que no cubre a una gran cantidad de la población que tampoco están en condiciones económicas aceptables.

Sobre todo familias con ingresos bajos...

Una familia que tiene el ingreso básico va a tener que sostener la afiliación. Digamos que reciben USD 500. Rebajarles 70 afecta el ingreso familiar. Esto implica que durante la vida antes de la jubilación esa familia va a tener un recorte de sus ingresos que generar una caída en el nivel de vida.

¿Generará crisis familiar?

Claro. La obligatoriedad es de un patrono. Si la familia va a hacer ese gasto, que dicen solidario pero que tendrían las mismas sanciones de Ley, en la estructura machista de la sociedad, el esposo asumirá la condición de patrón. Eso podría provocar más violencia. Además, ¿quién asume la figura del patrón? Si es el hombre, es un afianzamiento de este tema patriarcal y machista.

¿Y si ocurriera al revés?

Podría darse lo mismo. Hay una situación de poder de la persona que está cubriendo la pensión. El problema está más allá del hombre o la mujer. Aparece la figura del patrón dentro el hogar.

¿Cuál es el rol del Estado en este tipo de seguridad?

El Estado debe asumir la responsabilidad de asegurar, pero no queda claro. El Estado dice que va a garantizar el derecho pero transfiere la responsabilidad a la familia, fundamentalmente a las pobres. Los que tienen pleno empleo ya están afiliadas y tiene un patrón.

¿Tiene esta reforma lógica en el mundo actual?

Habría que hacer un estudio. Mayormente las mujeres están a cargo de la casa, aunque se han incorporado bastantes hombres. Habría que preguntar quién está exclusivamente dedicado al trabajo de hogar.

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