De 65 años, Bucaram tiene prevista su llegada el sábado 17 de junio de 2017 a Guayaquil.Foto: Archivo/ EL COMERCIO
El expresidente ecuatoriano Abdalá Bucaram, que regresará al país el próximo sábado 17 de junio de 2017 después de 20 años de exilio en Panamá, anunció hoy, 12 de junio, que demandará al Estado ecuatoriano por su destitución y procesos legales abiertos contra él, con el fin de evitar casos similares en el futuro.
“Llego en un ambiente de paz para evitar que esto le vuelva a pasar a la patria, por eso hago un juicio… ¡Para que el Estado se haga responsable!”, adelantó el expresidente en una rueda de prensa por Skype convocada en la oficina del abogado local Luigi García Cano.
Notoriamente indignado por su situación, que calificó de un “robo de 20 años de vida”, Bucaram se preguntó insistentemente ante los periodistas sobre las circunstancias que llevaron a su alejamiento del poder el 6 de febrero de 1997, apenas cinco meses después de haber asumido el cargo.
En ese año, el Congreso declaró a Bucaram como “incapacitado mental para gobernar”, aunque los hechos también fueron interpretados en su día como un golpe de Estado.
Por ese proceso legislativo, y por las dos causas judiciales abiertas contra él que le impedían hasta ahora regresar al país, el exmandatario quiere pedir una reparación civil de USD 200 millones.
De 65 años, Bucaram tiene prevista su llegada el sábado 17 de junio a Guayaquil, donde será recibido por sus partidarios en un evento para el que los organizadores esperan reunir a cientos de miles de personas.
Por otro lado, el exmandatario se muestra partidario de que el actual presidente Lenín Moreno cuente con apoyo para gobernar y no se le pongan obstáculos.
“Hoy tenemos un Gobierno que nace cuestionado, pero a su vez es un Gobierno presidido por un hombre que es diferente, y eso es importante. ¡Hay que meter al hombre en función de país! (..) Porque este hombre ha hecho en 20 días lo que no se ha hecho en 20 años”, declaró sobre sus esfuerzos de unir y reconciliar a los ecuatorianos.
Sobre sus intenciones una vez que regrese a Ecuador, donde han prescrito los dos casos que tenía abiertos en su contra, dijo estar al servicio de los ecuatorianos y que si se le requiere optará por acudir a elecciones, aunque recordó que ya tiene un hijo, Dalo, con aspiraciones políticas.
En ese sentido, García Cano declaró a EFE que la concentración del sábado en Guayaquil servirá de barómetro a sus seguidores para saber si aún “está vivo políticamente o definitivamente el pueblo ya lo ha olvidado”.