Hace cuatro meses, el 11 de abril, el asambleísta Dalo Bucaram le dio la razón en tres ocasiones al presidente Rafael Correa.
En su discurso, en la sesión 136, Bucaram dijo estar de acuerdo en la posición del Primer Mandatario contra los excesos de la prensa, al recordar los titulares contra la administración de su padre. Pero, al final, reiteró que no votaría por la ley de comunicación.
Por eso, en medio de la actual pugna entre el Gobierno y el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE), legisladores de Alianza País niegan la existencia de un acuerdo consistente.
Para oficialistas como Pamela Falconí, la posición de la lista 10 siempre ha sido ambigua. La legisladora de Los Ríos cuestiona que ese partido solo haya buscado acuerdos coyunturales.
Sus palabras se refieren, por ejemplo, a que el PRE permitió a la bancada oficialista archivar los juicios al ex fiscal Washington Pesántez y al ministro Javier Ponce. También se sumó a la aprobación de la Ley Antimonopolio.
Pese a eso, los acercamientos con los cuatro roldosistas han molestado a más de un oficialista.
Uno de ellos es Virgilio Hernández, quien hace casi un año comentó que “el PRE era para la política nacional como un cáncer: siempre nefasto, pero con el que se aprende a vivir…”.
Esta declaración surgió después de que en julio del 2011, Alianza País les cediera al roldosismo las vicepresidencias de dos comisiones legislativas: Salud y Régimen Económico.
Esa cesión -indirectamente- también le permitió al oficialismo mantener el control de esas dos comisiones parlamentarias.
Pese a ese acuerdo, Bucaram no dejó de repetir en su discurso que había que acabar con la ‘Corchocracia’, en referencia al titular del Congreso, Fernando Cordero.
En 2011, Bucaram, en la votación en la cual se reeligió a Cordero, intentó candidatizarse para sustituirlo. Pero no tuvo apoyo.
La decisión de ceder espacios protagónicos al PRE, en las mesas, molestó a la oficialista Vanessa Fajardo, quien se abstuvo en la votación para elegir la directiva de Desarrollo Económico.
“Ellos querían captar espacios de representación en la Asamblea. Muchos objetamos que se aceptara su pedido”, dice Falconí, quien pide investigar cuántas veces ha asistido Bucaram a la Comisión de Salud.
“¿Por qué unos asambleístas sí asistimos y otros no? ¿Por qué Gabriela Pazmiño (esposa de Bucaram) no ha venido ni para defender el proyecto de ley en contra de la mala práctica médica que propuso?”, se pregunta Falconí.
Al igual que lo hizo en febrero del 2011, Alexis Mera, secretario jurídico de la Presidencia, la legisladora pone en duda la legalidad de que Pazmiño mantenga su curul. Esto porque además cobra un sueldo de TC Televisión, canal incautado por el Gobierno.
Su postura se basa en que la Constitución solo permite que los diputados ejerzan la cátedra universitaria, pero en horarios que no afecten su labor legislativa.
Pese a esa crítica, en más de tres años, ninguno de los 54 legisladores de Alianza País ha puesto en debate este tema en el Pleno.
Rafael Dávila (Alianza Libertad) dice se han reeditado los acuerdos entre gobiernistas y PRE que se dieron antes del período legislativo, que empezó en el 2011. De hecho, los pactos comenzaron en el 2009. Así, Dalo Bucaram fue nombrado presidente de la mesa Ocasional de Deporte y Saruka Rodríguez obtuvo la presidencia de Desarrollo Económico.
Además, Dalo, desde hace tres años, mantiene su lugar en la mesa de Fiscalización, un sitio estelar. No obstamte, en ocasiones ha elegido no asistir o enviar a una suplente. “Esas son posiciones estelares, que evidentemente se acuerdan”, apunta Dávila.
Lo mismo comentó hace un año Cynthia Viteri (Madera de Guerrero). Ella no se olvida que en el 2009 la sacaron de esa mesa, para darle un espacio a Scheznarda Fernández, entonces del PSC, y hoy aliada oficialista.
En el 2009, el PRE era parte del bloque Acuerdo por la Descentralización y Equidad (ADE), que sumó más de 15 curules, entre municipalistas, legisladores independientes y roldosistas.
Su ex coordinador, Alfredo Ortiz, admite que nunca supo qué tipo de acuerdos tenían Alianza País y el roldosismo. Por eso -dice el legislador Ortiz- el PRE se separó del bloque del ADE. “Tenían agenda propia, relacionada con el regreso de Abdalá Bucaram”.
El PRE culpa a círculo de Correa
El roldosismo busca una explicación para que el presidente Rafael Correa reniegue del supuesto acuerdo político que tejieron para el retorno de Bucaram.
Para Víctor Hugo Sicouret, asesor y ex diputado del PRE, el círculo cercano del presidente Correa le ha pedido cambiar de posición en el tema. “Hace unos meses, en un enlace sabatino, Correa aseguró que al ex presidente Bucaram lo botaron porque le decían ‘el loco’, como que ahora a alguien le digan ‘el chino’…”.
En su discurso de la sesión 136, de abril, Dalo Bucaram presentó el video de ese enlace sabatino Allí, el Mandatario critica a Fabián Alarcón y a su cargo de interino, al que llegó luego de que 44 diputados cesaran a su padre por incapacidad mental.
¿Por qué ahora Correa ha respondido a los ataques de los Bucaram? Según Sicouret, al Mandatario le preocupa la situación política y el proceso electoral. “Tiene que mantener fuera del centro de atracción a todos sus legítimos contradictores. El único que puede competir y ganarle es Abdalá”.
Sicouret afirma que los legisladores de A. País se hacen los ‘ciegos’. “Ven el árbol y no el bosque: Si toman el pacto solo desde el punto de vista legislativo, ¿cómo salieron los diputados del viejo Congreso (2007)?”, se pregunta y responde: “Con el voto de Elsa Bucaram, porque en el antiguo Tribunal Electoral había siete miembros. Ahí está el pacto. Así se viabilizó la consulta popular”.