Janeth Hinostroza. Periodista
Su experiencia. Tiene más de 20 años de trayectoria en medios de comunicación. Ha trabajado en Ecuador y Colombia.
Su punto de vista. El proceso de socialización del proyecto de Ley de Comunicación no tiene ninguna utilidad si la Asamblea no acoge las sugerencias, y ante el peligro del veto.
¿Cómo ve usted el proceso de socialización del proyecto de Ley de Comunicación que lleva a cabo actualmente la Asamblea Nacional?
Con mucha duda del objetivo que pueda tener, porque el proyecto de ley ya está hecho y listo para la votación del Pleno de la Asamblea. No sé qué tan efectivos sean estos procesos de socialización y qué tan posible sea que se recojan las sugerencias que en ellos se viertan. Es como una fachada en donde quieren mostrar que están receptivos y dispuestos a modificar el proyecto, pero en la práctica ya está escrito, y cualquier cosa que se modifique, si hacen ese esfuerzo de recoger alguna sugerencia, sigue en peligro con el veto presidencial.
¿Cuánta receptividad hacia el proyecto que se está mostrando ha percibido entre los grupos que han sido invitados a estos foros ?
No deja de tener siempre un tinte político. El martes (durante el foro realizado en Flacso) la reunión tuvo muchos asistentes de Alianza País, que aplauden a los expositores de ese partido, y en el otro lado, en cambio, hay gente muy escéptica que escucha, que quiere opinar y preguntar, y quiere dar a conocer su pensamiento sobre la ley, pero que tienen el mismo escepticismo de que se pueda llegar a algo efectivo.
¿Se podría decir que los medios de comunicación independientes han dado demasiado espacio a la cobertura de este debate?
Creo que es parte de nuestro trabajo, porque es un tema de actualidad. Dentro de nuestro deber y responsabilidad está tratar de explicar a la gente de qué manera le puede afectar este proyecto a su derecho a la comunicación y a la libertad de expresión. Si la comunidad quiere comprender y recibir nuestro mensaje, cerramos el ciclo. Si no, por lo menos, como prensa estamos cumpliendo, al informar lo que se está pretendiendo hacer, lo que se está cocinando en la Asamblea Nacional y se terminará de hornear en el Palacio de Gobierno.
¿Qué ha faltado dentro de esta labor de los medios para captar un mayor interés de las audiencias respecto al debate de este proyecto de ley?
Creo que hemos caído en el juego del Gobierno de hacerle pensar a la gente que esto es una pataleta de los medios de comunicación, que es como un capricho y el deseo de hacer lo que nos da la gana, lo cual es absolutamente falso. Quizás lo que nos ha faltado es buscar ejemplos mucho más prácticos y cercanos a la gente para mostrarles de qué manera se pueden afectar con esta ley de Comunicación. Nos ha faltado más creatividad para dar ejemplos concretos de qué manera la gente común se va a afectar al no tener información crucial para incluso tomar decisiones.
¿Cuál de los puntos del proyecto considera que puede entrañar un peligro para el ciudadano común que a los medios de comunicación?
El Consejo de Regulación, que va a funcionar como un tribunal paralelo para los medios de comunicación. Cualquiera pone una denuncia ante este Consejo en contra del medio de comunicación, lo cual obviamente va a afectar nuestro trabajo, porque podemos estar expuestos a estar todo el tiempo teniendo que atender estas quejas y demandas de gente que se sienta afectada por una u otra cosa que no tenga ningún fondo, y que nos distraiga de nuestra labor periodística para poder explicar el punto de vista del medio, del periodista, etc. Y se arranca con un prejuicio de que los medios de comunicación estamos para hacer daño a la gente.
¿Se podría decir entonces que el Gobierno ha tenido éxito para crear ese prejuicio contra los medios?
El Régimen ha trabajado y ha usado toda la plata que tiene para convertir a los periodistas en la oposición que no somos; es decir, nos ha puesto a ocupar un lugar que no tenemos, que no nos pertenece y que a ninguno de nosotros nos interesa. Y también ha usado todo ese poder mediático para desprestigiar a la prensa. No creo que lo haya logrado, pero sí ha abierto la posibilidad de que los ‘vivos’ se aprovechen del mal ambiente para buscar cualquier pretexto para demandarnos.
¿Considerando que estamos en un año electoral, la eventual aprobación de una Ley de Comunicación será estratégicamente un elemento a favor o en contra de los que participen en la campaña?
Creo que principal elemento en contra de una Ley de Comunicación es que se quiere aprobar en un año electoral. Muchos asambleístas querrán lanzarse a la reelección, y hay tantas dudas alrededor de este proyecto que nadie querrá ser autor de un documento que coartará la libertad de expresión de los ecuatorianos.