El presidente Rafael Correa y los legisladores oficialistas tienen solo 21 días para publicar en el Registro Oficial los cambios al Código de la Democracia, el instrumento que dictará las normas generales para las próximas elecciones.
Se trata de un plazo tres veces más corto que el habitual, que dura 60 días. Es decir, 30 para que el Ejecutivo analice la ley aprobada por el Pleno, optando por vetarla o ponerle ejecútese, y otros 30 días para que la Asamblea vuelva a conocer el trámite presidencial.
La reducción a 21 días se debe a que los próximos comicios para elegir Presidente y asambleístas serán el 20 de enero del 2013. Y, según la Constitución, cualquier reforma electoral deberá estar publicada un año antes. Es decir hasta el 19 de enero del 2012.
De allí que este plazo apura las agendas tanto del Ejecutivo y del Legislativo para que las reformas cobren vigencia, a tiempo.
Ayer, el Legislativo remitió al Ejecutivo las reformas electorales aprobadas al martes con mayoría de 63 votos, liderada por Alianza País. Entre los principales cambios se establece que las elecciones de Presidente y asambleístas será en la primera vuelta. También se cambió el método de asignación de escaños.
“El Presidente tendrá la última palabra”, por eso no se puede saber cuáles van a ser las reglas finales para las elecciones ni la magnitud política de la reforma.
Así lo dice la asambleísta de Ruptura de los 25, María Paula Romo, argumentando que el posible veto presidencial le genera desconfianza. Ella recuerda que cuando el primer Código de la Democracia fue aprobado en el 2009, un inesperado veto presidencial modificó, por ejemplo, que la designación de asambleístas fuera en segunda vuelta y no de manera simultánea.
Las reformas que aprobó la Asamblea el martes surgieron de dos proyectos enviados por el Consejo Nacional Electoral. Pero no todos los puntos fueron propuestos por este organismo.
Por ejemplo, el cambio de método para la asignación de escaños nació de la mayoría oficialista dentro la Comisión de Justicia. El método que estaba vigente en el Código de la Democracia era el de Hare, pero finalmente se impuso el método de Webster. Si este método se hubiese aplicado en las elecciones para asambleístas del 2009, Alianza País hubiera obtenido 60 curules; cinco más que las alcanzadas en la realidad, con el método de Hare.
“El Gobierno está probando todas las posibilidades para tener ventaja electoral pues sabe que no será tan fácil tener una mayoría arrasadora como en Montecristi”, sostiene la legisladora Lourdes Tibán. A diferencia de Romo, la legisladora de Pachakutik no cree que el veto depare sorpresas, pues es la agenda de Alianza País la que se impuso. Por lo tanto, las reglas “desiguales de juego” están claras y la oposición debe enfrentarlas.
Mientras la oficialista Paola Pabón insiste en que las reformas son legales, el legislador Andrés Páez critica que el artículo 203, por ejemplo, deja abierta la puerta para que el Estado utilice su infraestructura para la campaña.
Las inscripciones
Ayer, Pachakutik presentó ante el Consejo Nacional Electoral 180 000 firmas para tener vida jurídica . Aspiran a presentar 50 000 firmas más hasta enero.
El movimiento Ruptura de los 25 presentará hasta el viernes 50 000 firmas adicionales, tiene registradas 120 000.
Las organizaciones políticas que deseen participar en las elecciones deberán presentar 158 000 firmas hasta junio.