38 policías resultaron heridos durante una requisa en el centro de privación de la libertad El Rodeo, en Portoviejo, este 5 de julio del 2019. Foto: El Diario Manabita
40 policías resultaron heridos este viernes 5 de julio del 2019, después de ser atacados por los internos de la cárcel El Rodeo de Portoviejo, en la provincia de Manabí. El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) informó que los hechos violentos se registraron durante una requisa ejecutada en ese centro carcelario de la Costa del Ecuador.
La entidad dijo en un comunicado que durante el operativo un arma de fuego fue aprehendida. El decomiso “provocó malestar en un grupo de personas privadas de libertad (PPL), quienes arremetieron con piedras contra uniformados dejando a tres policías heridos con lesiones leves, tres con roturas de cabeza, uno con fractura de un dedo y 33 con lesiones leves“.
El coronel Jonny Mora, jefe de la Subzona Manabí de la Policía Nacional señaló que además del arma, durante la requisa se decomisaron celulares y objetos cortopunzantes como tijeras, cortauñas, navajas y destornilladores.
El Servicio de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad señaló que “se inició el debido proceso investigativo para identificar la procedencia y ruta que siguió (el arma de fuego) para el ingreso al centro. Criminalística y Fiscalía determinarán las responsabilidades y sanciones acorde a la ley”.
Los uniformados afectados fueron derivados hacia el Hospital Verdi Cevallos de Portoviejo. Blanchy Macías, funcionaria del área de emergencia de es casa de salud, dijo que uno de los uniformados llegó con un trauma craneoencefálico leve y le practicarán una tomografía, para descartar una afectación mayor.
Otros agentes presentaban problemas para caminar al salir de esa casa de salud. Los uniformados heridos tenían gasas y vendas en la cabeza, y otros sufrieron lesiones en las manos.
Videos de los uniformados heridos circularon en redes sociales. En las imágenes se observa que los policías salieron del centro carcelario tras el incidente. Los agentes se cubrían con las manos la cabeza para detener el sangrado. Otros tenían los uniformes con manchas de sangre.