Policía nigeriana rebaja a 109 los muertos en masacre del fin de semana

Jos, Nigeria, AFP

La policía desmintió hoy el balance de 500 muertos en la masacre de cristianos del fin de semana pasado en Nigeria, que estableció en 109 víctimas, mientras que el papa Benedicto XVI condenó la “atroz violencia” que ni siquiera perdona “a los niños indefensos”.

“El balance de víctimas es de 109. Es una cifra real e indiscutible”, afirmó Ikechukwu Aduba, jefe de policía del estado de Plateau, donde se encuentra Jos, en una conferencia de prensa.

Al día siguiente de la matanza, un funcionario del estado de Plateau, Dan Majang, había anunciado “al menos 500 muertos”, una cifra que, según Aduba, fue “fabricada”.

El jefe de policía aclaró que el recuento de los muertos había sido hecho en presencia de médicos forenses y funcionarios gubernamentales.

Otras fuentes locales anunciaron un balance que oscila entre 200 y 400 víctimas mortales.

Es “extremadamente difícil” obtener balances detallados en ese tipo de situación, recordó el investigador francés Marc Antoine Pérousse y advirtió contra los riesgos de “manipulación” por grupos rivales.

Varios especialistas advirtieron, sin embargo, contra una interpretación religiosa de las matanzas, recordando que la cuestión de la tierra y el reparto de los recursos eran las principales causas de los conflictos en la región.

Aduba dijo además que 49 personas de la etnia musulmana fulani serían inculpadas por esa matanza, perpetrada contra cristianos de la etnia berom.

Los detenidos “confesaron que habían participado en una operación de represalias” después de haber sido atacados por los granjeros berom, dijo el jefe de la policía.

Algunos participaron voluntariamente en la matanza, mientras que otros lo hicieron por dinero, agregó Aduba, que precisó que serán acusados de homicidio voluntario y complot.

Por otra parte, 151 berom fueron detenidos en estos últimos días por “posesión ilegal de armas”, dijo el jefe policial.

“Habían decidido hacer justicia por mano propia y movilizarse para proteger a su comunidad”, explicó Aduba.

En el estado de Plateau, las diferentes comunidades organizaron sus propias milicias de autodefensa y los observadores temen que se desencadene un ciclo infernal de ataques y represalias.

Hoy, la situación estaba tranquila en la región de Jos, bajo la vigilancia de las patrullas del ejército.

El martes hubo un movimiento de pánico en un barrio de las afueras de la ciudad de Jos, donde los habitante aterrorizados se refugiaron en un cuartel policial huyendo de enfrentamientos entre fulani y berom.

El papel del ejército el día de la matanza sigue siendo muy discutido.

El estado de Plateau está en parte bajo control del ejército desde enero pasado, cuando se registró la anterior matanza, en la que murieron 300 musulmanes, y está en vigencia un toque de queda de las 18h00 a las 06h00.

“La matanza podría haberse evitado”, afirmó ayer el gobernador del estado Jonah Jang, acusando a los jefes militares de haber ignorado las señales de alerta.

“El ejército debe hacer cesar la carnicería en Plateau. Si no son capaces, deben irse”, declaró Jang en Abuja.

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