Miembros de Criminalística recogieron la sábana, huellas y las versiones de los familiares como evidencias del hecho. Foto: Captura
Klever Viteri , jefe de Medicina Legal de Quito, dice que la muerte violenta del sacerdote Arturo Pozo, de 62 años, está en fase de investigación para esclarecer el caso. El cuerpo fue hallado la mañana del 9 de octubre del 2018, en una vivienda de dos pisos, en la calle Últimas Noticias, en el norte de la capital.
Ese mismo día, el cuerpo del sacerdote fue llevado a medicina legal para practicarle la autopsia. En la noche los restos fueron entregados a sus familiares.
Algo que llama la atención de los investigadores es que al religioso se lo encontró junto a su cama con la cara hacia el piso, también con las manos y pies atados, sin embargo no presentaba signos de golpes.
Miembros de Criminalística recogieron la sábana, huellas y las versiones de los familiares como evidencias del hecho.
El comandante del Distrito Eugenio Espejo, Cristian Rueda reveló detalles de la muerte. El sacerdote llevaba entre 24 y 48 horas de fallecido. La Policía descartó que se trate de un robo porque en el lugar se encontraron intáctas todas las pertenecias del fallecido, entre ellas, su celular y la bolsa de limosnas, además la puerta no estaba forzada.