La Policía dice que no quiere 'malos elementos' en sus filas
La mayor depuración policial se produjo el año pasado. Fueron 208 uniformados que constaban en la lista de personas que supuestamente habían cometido robo, abuso sexual, asociación ilícita, atentados al pudor, asalto, cohecho, extorsión, falsificación de documentos, ocultar evidencias en procesos judiciales, plagio, narcotráfico, secuestro, malversación de fondos, intento de asesinato, etc.
La mayoría de agentes fue sancionada por extorsión con 26 casos, le sigue embriaguez en servicio con 19 y ausencia ilegal con 17. Cinco salieron por narcotráfico, pero no se precisaron los casos y tampoco se revelaron nombres.
Este martes 3 de junio, las autoridades policiales dijeron que no se permitirán más “malos elemento” dentro de la institución policial. Esto tras conocer el caso del gendarme que es investigado por la muerte de un taxista en Portoviejo. Esto ocurrió el 20 de mayo.
Según la Policía, el año pasado, 534 gendarmes fueron apresados a escala nacional. De ellos, 105 por violencia intrafamiliar, 41 por escándalo en la vía pública, 23 por accidentes de tránsito en vehículo particular, 10 por desaparición forzada, 30 por asesinato, etc.
En el caso de Manabí, la Policía dice tener como evidencias del delito un video de las dos cámaras de vigilancia de transporte seguro que captó el incidente.
Además, un informe de inspección ocular técnica, una vaina percutida calibre 9 milímetros, un arma de Estado y un informe de identidad humana, en el cual se compara imágenes del video con el procesado, determinando que el detenido presenta igualdad de características físicas.
El exagente cumplirá prisión mientras se realiza el proceso de instrucción fiscal, que podría determinar una condena de hasta 30 años de cárcel.
El ahora detenido tiene 23 años de edad y tenía 8 meses en la institución policial, donde presentaba tres sanciones anteriores por incurrir en faltas a sus labores.