84 votos en el Pleno de la Asamblea dejaron fuera del Cpccs a Túarez y otros tres consejeros

Victoria Desintonio, Walter Gómez y Rosa Chalá escuchan a José Tuárez.

El Pleno de la Asamblea destituyó a los vocales de mayoría del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs). José Tuárez (presidente), Rosa Chalá (vicepresidenta), Victoria Desintonio y Walter Gómez fueron censurados, luego de la interpelación en el recinto parlamentario.
La decisión se tomó con 84 votos a favor, 32 negativos y 8 abstenciones. Luego se pidió una reconsideración de la votación, moción que no pasó, con lo cual la destitución de los cuatro vocales quedó en firme.
Los consejeros afrontaron el proceso por incumplimiento de funciones, luego de que el 10 de julio decidieran conformar una comisión para que analice la designación de los integrantes de la Corte Constitucional, desacatando un dictamen que blindó las decisiones del Consejo transitorio.
Además, los asambleístas Jeannine Cruz, Raúl Tello, de la coalición Alianza País (AP), Creo y legisladores independientes, y Fabricio Villamar (Ahora), cuestionaron la falta de probidad de Tuárez, a quien acusan de haber supuestamente falsificado documentos para participar de la contienda electoral del 24 de marzo pasado.
Con los pies descalzos, Rosa Chalá se presentó ayer ante el Pleno de la Asamblea para defenderse del juicio político por incumplimiento de funciones como integrante del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs).
“Acudo ante este Pleno con los pies descalzos, no por ostentar la dignidad de consejera, sino como una afrodescendiente de cimarrones, orgullosa de mis raíces, que han construido y forjado en nuestro país su presente. Es la expresión de donde vengo, de donde nacen las luchas sociales”, dijo.
Chalá fue la primera en llegar al Palacio Legislativo. Después lo hicieron Walter Gómez y Victoria Desintonio. La Policía Nacional reforzó las medidas de seguridad en el sitio, pues se preparaba para contener manifestaciones, pero no se dieron.
Tuárez llegó al último, al borde de la hora de convocatoria. Sin embargo, la sesión empezó 30 minutos más tarde, cuando en el hemiciclo estaban 107 de los 137 asambleístas. A diferencia de otras sesiones, no hubo pedidos de cambiar el orden del día.
El Presidente del Consejo de Participación fue el primero en defenderse ante el Pleno. Por momentos levantando su dedo índice calificó de “infructuoso e inservible” al juicio político y atribuyó el proceso al “odio o venganza personal”.
Aseguró a los legisladores que ese tipo de cuellos los puede usar “cualquier ser humano” y que no es exclusivo de los sacerdotes, a diferencia de la sotana. Él fue suspendido como integrante de una orden religiosa el año anterior, al decidir participar de las elecciones del 24 de marzo último.
“En los medios de comunicación y en la papeleta siempre yo estuve con el cuellito blanco, ahora estoy con corbata para que no insulten a los pobres curas, pero prefiero mejor vestir como laico”, enfatizó.
Tuárez y los tres consejeros se tomaron alrededor de tres horas en el hemiciclo para defenderse de las acusaciones presentadas en su contra por los asambleístas Fabricio Villamar, Jeannine Cruz y Raúl Tello, quienes los llevaron a juicio político.
Ellos negaron haber incumplido con sus funciones cuando, el 10 de julio pasado, decidieron conformar una comisión especial para revisar la designación de la Corte Constitucional, contrario a un dictamen del tribunal que blindó las resoluciones del Consejo transitorio.
“El reglamento del funcionamiento del Pleno del Cpccs determina que para que las resoluciones adoptadas en una sesión del Pleno surtan efecto, dicha acta debe estar aprobada en las sesiones siguientes, no es en el momento”, dijo Gómez, al argumentar que esto no ocurrió en este caso.
A diferencia del día en que fueron posesionados en el cargo, no hubo nadie en las barras altas del hemiciclo para respaldarlos. Solo los asambleístas correístas aplaudían sus intervenciones.
Los legisladores de la Revolución Ciudadana llevaron también una pancarta blanca con la frase “sepultureros de la Constitución y de la voluntad del pueblo”. El legislador del movimiento Ahora sostuvo que este era “el juicio final” para Tuárez, a quien acusó de mentir sobre su condición de sacerdote y lo llamó “el Alvarito del Consejo de Participación”. Villamar insistió en la falta de probidad de Tuárez. Henry Cucalón, jefe de la bancada del Partido Social Cristiano (PSC), dijo que “con sotana o sin sotana es un farsante”.
Desde el ala correísta, la asambleísta Gabriela Rivadeneira salió en defensa del Consejo y a sus contradictores los denominó “fósiles de la política”.
Según José Cabrera, miembro del Consejo Nacional Electoral (CNE), la ley es clara al decir que los consejeros suplentes serán los que tomen los puestos que dejan los funcionarios censurados en la Asamblea. Es posible que esta semana se reúna el CNE para confirmar el procedimiento para que la Asamblea pueda posesionar a los nuevos consejeros de Participación.
La sorpresa de la jornada se vivió al final de la tarde, cuando la asambleísta Mae Montaño (independiente) pidió que se reconsiderara la votación en el juicio político de la exministra de Salud, Verónica Espinosa, que se llevó a cabo el pasado martes. El pedido fue aceptado con 89 votos.
En la reconsideración se consiguieron 92 afirmativos, 15 negativos y 13 abstenciones, con lo cual Verónica Espinosa fue censurada.