A partir de las 19:00 de este viernes 23 de marzo del 2018 la Plaza de San Francisco se reabre luego de dos años de trabajos por la estación del Metro. Fotos: Paúl Rivas / EL COMERCIO
Durante dos años una lona verde cubrió gran parte de un ícono de la quiteñidad: la Plaza de San Francisco.
Los trabajos para la construcción de una de las 15 estaciones que conformarán la línea 1 del Metro de Quito obligaron a cercar la tradicional plaza hasta donde diariamente llega gran cantidad de turistas.
Como parte de la intervención que se realizó en la plaza se retiraron 107 695 piedras patrimoniales que constituían su superficie y fueron guardadas por el Instituto Metropolitana de Patrimonio (IMP).
Finalmente el día de poder observar el esplendor de la plaza en su totalidad llegó. Hoy, viernes 23 de marzo del 2018, la plaza recobrará su pulso.
A través de ‘La última piedra’, un evento escénico musical nocturno preparado por el Municipio de Quito, se reabrirá oficialmente a las 19:00 este espacio emblemático de la ciudad.
Para Katherine Cajas, propietaria de un local de artesanías ecuatorianas que se ubica en la calle Bolívar, la reapertura de la plaza significa reencontrar el espíritu turístico de ese sector.
Para los comerciantes la reapertura de la Plaza de San Francisco, significa esperanza para nuevamente dinamizar el comercio y turismo del sector.
“Hemos pasado dos años sumamente duros, pues el cierre de la plaza y de las calles que la rodean significaron una reducción significativa en todos los negocios”, comentó la comerciante.
Su local vive precisamente del turismo y por ello espera que con la reapertura más personas puedan visitar su tienda o por lo menos admirar las artesanías que ofrece.
Robinson Mogollón en cambio es dueño de una confitería que se ubica en el sector desde hace 18 años. Le emociona poder ver “su plaza casi 100% libre”.
“Este tiempo ha sido difícil, las ventas bajaron. El sitio ya no era el mismo”, indicó.
Sin embargo, aún quedan dos espacios de 40 metros cuadrados que continúan cercadas y sus piedras aún no han sido repuestas.
Pero esto para los vecinos y comerciantes es un tema menor, pues nuevamente ya pueden disfrutar de las docenas de palomas que caminan a diario sobre las piedras de