Selma Merino y Fernando Garcés le entregan a Mauricio Rodas una carta con el pedido de ayuda para mejorar la seguridad. Foto: Mariela Rosero/ EL COMERCIO.
“Este es un partido que hemos ganado por goleada”, afirmó Galo Benítez, residente de los alrededores de la embellecida Plaza Borja Yerovi, en la 9 de Octubre y Carrión. Pero, recalcó, “es solo un partido. Pido que las autoridades se comprometan porque nuestro objetivo es recuperar toda La Mariscal. Así que aún no hemos ganado nada todavía”.
Esas fueron las palabras de Benítez en medio del acto solemne a través del cual se entregó la plaza a los vecinos y dueños de locales. En ese espacio público, Quito Turismo intervino para rehabilitar el lugar. Se mejoró las fachadas de ocho inmuebles, en los que se pintó murales de los artistas Mónica Vásquez, Shirma Guayasamín e Isabel Ullari; Tania Lombeida y Gary Vera, Xavier Calderón, Manuel Manzo, Melany Ponce y Arte al fuego.
El alcalde Mauricio Rodas estuvo presente esta mañana en la Plaza Borja Yerovi. Él en su discurso destacó que este tipo de intervenciones en el entorno de la ciudad mejoran la convivencia ciudadana y permiten ganarle terreno a la delincuencia.
Al final, un grupo de moradores de La Mariscal se acercó al Alcalde. Le entregó una carta a través de la cual le piden ayuda para rescatar a toda la zona. Fernando Garcés, representante de los residentes, sostuvo que nadie podía negar que la Plaza Yerovi quedó muy bonita. “Pero en lo noche habrá problemas”.
También le repitió a la Administradora de la zona que necesitan que se actúe más rápidamente. Le preguntó por qué hasta ahora no están clausurados los locales de shawarmas en donde la Policía dijo que se escondía una red internacional de trata de personas a mediados de este mes. Además, le comentó que en la calle en donde él habita y tiene una hostal, la Juan Rodríguez, se han registrado ocho asaltos en 22 días.
El propietario de Casa Joaquín Boutique Hostal mostró a este Diario una carta que le dejó uno de sus huéspedes extranjeros. En inglés indica “buen hotel, lástima por el barrio”; el lugar podría ser encantador si las políticas locales fueran serias para ‘limpiar’ la zona. Indica que tenían una habitación con una ventana a la calle y que a las 06:00 eran despertados por una banda que frecuenta el área. No le queda duda al huésped de que vendían varios tipos de droga.
En varias oportunidades las autoridades municipales han indicado que la seguridad no es su competencia sino del gobierno central. Sin embargo, los residentes de La Mariscal quisieran que se tomen acciones conjuntas ya para preservar la tranquilidad de la zona considerada especial turística.