Planta de gas de Bajo Alto vuelve a paralizarse

La planta de licuefacción de gas natural de Bajo Alto que entregaba este combustible para las industrias de cerámica de Cuenca volvió a paralizarse el pasado sábado.

Mediante un comunicado emitido ayer, 10 de enero de 2016, Petroecuador informó que la paralización de la planta ubicada en el cantón El Guabo (El Oro) se produjo por una falla en el trasformador que le provee energía eléctrica a la planta industrial. Esto obligó a parar la producción de gas natural.

La petrolera estatal señaló que en las primeras evaluaciones realizadas por sus técnicos se determinó que el transformador sufrió un circuito y magnetización del break principal, lo que ocasionó que la planta de licuefacción suspenda sus operaciones por falta de energía.

"Se estima que los trabajos de reparación concluyan en 8 días", indicó el comunicado.

Hasta el sábado pasado por la mañana, la planta de licuefacción trabajaba con una producción de 120 toneladas métricas por día. Es decir, a un 60% de su capacidad.

Ese día, la Gerencia de Comercialización de Petroecuador despachó 80 toneladas métricas de gas natural que fue entregado a los autos tanques criogenizados de las empresas del sector cerámico de Quito, Guayaquil y Cuenca.

Según la estatal, se comunicó con oportunidad a los clientes de gas natural sobre esta falla técnica ocurrida en la planta de licuefacción y se manifestó que una vez que concluyan las reparaciones en el transformador, la planta industrial volverá con la producción normal de gas natural licuado.

La planta de Bajo Alto fue inaugurada en noviembre del 2011, sin embargo de acuerdo con informes de Contraloría y la Agencia de Regulación de Control de Hidrocarburos, comenzó a registrar graves fallas e irregularidades en su operación que obligaron a una paralización definitiva en diciembre del 2014.

Esta planta fue construida por la firma española Ros Roca, que recibió por el contrato USD 49,2 millones. Un año después, la misma firma fue contratada para brindar el servicio de mantenimiento y suministro de combustibles para la operatividad de la planta, por el cual recibió USD 10,6 millones.

En febrero del 2015 en medio de inspecciones de las autoridades de hidrocarburos y a la expectativa de que se realicen las reparaciones, el personal de Ros Roca abandonó la planta dejando tres generadores eléctricos fuera de servicio e inconclusos los trabajos de reparación.

Debido a este caso, la jueza de garantías penales María Fernanda Gallardo ordenó la prisión preventiva del representante legal y el presidente de Ros Roca en Ecuador y también dispuso la intervención de la compañía y la inmovilización de sus bienes y fondos en el país. Ambos están prófugos de la justicia.

La planta volvió a operar en diciembre pasado al 50% de su capacidad, pero nuevamente fue paralizada el sábado.

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