Redacción Sociedad
Son los encargados de organizar hasta el último detalle de una boda y constituyen una tendencia cada vez más creciente desde hace seis años en el país.
Dan asistencia a entre 6 y 8 bodas cada mes. Con mínimo un mes y medio de anticipación, la organizadora de bodas, Carolina Muzo, se encarga de detalles como la pedida de mano, el matrimonio civil, la despedida de soltero, la ceremonia eclesiástica y la recepción.
Otra opción pueden ser los planificadores de eventos que asesoran profesionalmente para que armar la recepción de un matrimonio. A estos se los puede ubicar en los hoteles, sobre todo en los de cuatro y cinco estrellas. Ellos establecen cronogramas por días y semanas. Todos tienen tareas específicas que se deben cumplir hasta una o dos semanas antes del día del evento.
Germán Tenemaza es otro profesional en este campo. Cada mes, él al menos ayuda a cuatro parejas a concretar sus ideas en locales, pasteles, decoración, arreglos florales, vestuario… “Cada detalle tiene que ser cubierto. No se permite que en la boda se cometa un error. Ese día tiene que ser perfecto”.
Por regla, el primer paso que realiza un planificador de bodas es asesorar en el local en el cual se realizará el matrimonio, se busca la iglesia en el caso de que sea eclesiástico. Si es civil busca el lugar para la recepción.
Tenemaza explica que un planificador de bodas debe ajustarse al presupuesto que los novios tengan y a sus necesidades. El costo de un planificador de bodas depende de varios factores: número de invitados, comida, presupuesto…
A la hora de elegir un experto en bodas, lo importante es que se cerciore que este sea profesional. Si bien es cierto alguien podría ayudarlo, no conoce todos los trámites que debe seguir.
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