Redacción Construir
Viéndolo desde lejos parece un piso flotante, pero no lo es. Se trata de un piso de madera más estable, que cuenta con varias capas y es fabricado en Ecuador pero que se exporta a Europa y a otros lugares.
Boris Camacho, de Artparquet, cuenta que desde hace 4 años en el país se elabora un piso de madera diferente. No tiene laca, tampoco es pulido. Está hecho con un criterio de optimización de procesos y de materiales.
La estabilidad dimensional se da por la colocación de un contrachapado de 10 milímetros. Esto se hace para evitar que la madera presente problemas en el caso de humedad.
“Lo que se hace aquí es entregar las duelas preacabadas para solo armarlas en obra y que la gente se pueda pasar a vivir después de dos días de instalado el piso. En Europa no se puede lacar ni pulir el piso en la construcción, por lo que trabajamos con tecnología occidental para poder llegar a ese mercado”.
Las especies que se utilizan son mascarey, capirona, eucalipto, chanul… La madera es adquirida a comunidades chachis y awas. A ellos se les paga mucho más por los tablones y se les asesora en el manejo de los bosques. Por eso este producto es mucho más costoso, añade.
Los pisos están elaborados con insumos que no son contaminantes. El tablero tríplex esta hecho con resinas fenólicas que no tienen emanaciones tóxicas. La laca no tiene difusión de tíñer y es de secado ultravioleta.
Otra de las ventajas de este tipo de piso, afirma Camacho, es que va pegado directamente a la superficie en caso de que no se necesite nivelación. Para fijarlo se utiliza una especie de cemento asfáltico que es como goma.
Hay dos tipos de acabados: el uno es el lacado y el otro que tiene una base de aceites. Se comercializa en cajas por m².