Mogadiscio, AFP
Piratas somalíes liberaron el lunes por la mañana a un superpetrolero griego, el “Maran Centaurus”, al día siguiente del pago de un rescate de entre 5,5 a 7 millones de dólares, uno de los más importantes hasta el momento, informó el responsable de la filial keniana del Programa de Asistencia a los Marinos, Andrew Mwangura.
El “Maran Centaurus” zarpó el lunes por la mañana de Harardhere, una de las bases de los piratas situada a 300 km al norte de Mogadiscio, y navega rumbo a Durban, Sudáfrica, escoltado por “Salamis”, un navío de guerra de la flota antipirata de la Unión Europea Atalante, anunció por su lado un comunicado de esa fuerza.
Poco antes, Andrew Mwangura, responsable del programa con sede en Mombasa (sureste de Kenia) , había dicho que el navío, capturado en el océano Indico el 29 de noviembre y anclado desde hace varias semanas en Harardhere, necesitaba mantenimiento técnico antes de zarpar.
Otras fuentes indicaron que la demora se debió a una disputa entre los piratas por el control del dinero.
Fuentes próximas a los piratas precisaron que éstos habían dejado el barco el lunes y liberado a su tripulación, formada por 16 filipinos, nueve griegos, dos ucranianos y un rumano.
El domingo se recibió un rescate de 5,5 a 7 millones de dólares, según estas fuentes, que fue entregado por un helicóptero en el propio barco, que transporta el equivalente de dos millones de barriles de petróleo.
La compañía griega propietaria del superpetrolero, Maran Tankers Management Inc., con sede en Atenas, y la fuerza antipiratas de la Unión Europea Atalante, confirmaron la liberación del navío en comunicados diferentes.
Según la ONG Ecoterra Internacional, que sigue de cerca la piratería somalí, los últimos piratas abandonaron el navío en la mañana del lunes.
“Al parecer el rescate récord se encuentra en una casa muy vigilada en Harardhere”, afirmó Ecoterra.
Los piratas entregaron 500 dólares a cada uno de los tripulantes del navío por su buena colaboración, indicó Ecoterra.
El superpetrolero de 332 metros de largo, el segundo más grande capturado por los piratas, transportaba dos millones de barriles de crudo, el equivalente a un poco más de la producción cotidiana de Nigeria, octavo exportador mundial.
En noviembre 2008, los piratas se habían amparado del superpetrolero saudí “Sirius Star”, liberado tres meses después contra un rescate de tres millones de dólares, según los secuestradores.
Sin embargo, fuentes cercanas a la negociación indicaron tiempo después que el rescate había sido de unos ocho millones de dólares, incluidas las comisiones a los intermediarios.
El secuestro del “Sirius Star” había conmocionado a los medios marítimos pues los piratas habían demostrado que estaban en condiciones de perturbar una de las rutas marítimas comerciales más transitadas del planeta y vital para el transporte de crudo.
La captura del “Sirius Star” había suscitado además el temor de que los piratas pudieran provocar una catástrofe ecológica mayor en el momento del abordaje de uno de esos superpetroleros.
Los secuestros más remuneradores son, paradójicamente, los más fáciles ya que un superpetrolero cargado de petróleo avanza lentamente.
La captura del “Maran Centaurus” constituyó de lejos el trofeo más espectacular desde principios de octubre del 2009, cuando se reinició la temporada de piratería en el océano Índico.
En efecto, los piratas esperan el fin del monzón y por ende condiciones de navegación más clementes para intensificar sus ataques.
Por otra parte, la captura del “Maran Centaurus” validó la nueva táctica de los piratas que consiste en alejarse de las aguas del golfo de Aden, donde se concentran los navíos de guerra extranjeros, al norte de Somalia, para golpear más lejos, en el océano Indico, cerca de las islas Seychelles.
Según Ecoterra, 11 navíos y unos 270 marinos están actualmente en manos de los piratas.