Pichincha registra 13 secuestros exprés
Redacción Judicial
Los casos de secuestro exprés ya no son exclusivos de Guayaquil. Entre enero y octubre de este año se registraron 200 casos en el país, según la Dirección Nacional de la Policía Judicial (DNPJ).
La mayoría aún está en Guayas (176 de enero a octubre), donde esta forma de plagio se registra desde 2002. Pero los delincuentes ahora también tienen en la mira a provincias como Pichincha, El Oro, Esmeraldas, Los Ríos, Santa Elena y Nueva Loja.
A la Policía le inquieta el caso de Pichincha. De enero a octubre se reportaron 13 casos. Hasta el año anterior esta forma de delito no aparecía en sus estadísticas. Un agente de la DNPJ señala que se evidencia una tendencia creciente. En enero hubo un hecho y en octubre hubo seis, en Quito.
Según el especialista en seguridad, Lautaro Ojeda, este delito ha tomado por sorpresa a la Policía y al Gobierno. “Hace ocho años no existía y hasta ahora las autoridades no tienen la información suficiente para saber cómo actuar frente a estos secuestros”.
Señala que el Gobierno debería impulsar estudios de largo aliento y hacer convenios con las instituciones académicas para acceder a esa información. “Pero hasta ahora no se le da la importancia del caso. Se aplican medidas coyunturales, que no resuelven los problemas de fondo”.
La Policía establece un patrón en todos los casos: los delincuentes estudian con detalle a sus víctimas en pocos minutos. Se fijan cómo van vestidos, el tipo de celular que portan, si van con compras en la mano y hasta el lugar que visitan”, dice un oficial de la Policía, experto en secuestros.
Él explica que los delincuentes obligan a las víctimas a ir a cajeros automáticos para realizar retiros o las presionan a realizar pagos con tarjetas de crédito o simplemente les quitan lo que portan.
Hay cuatro modalidades. Una es el uso de vehículos privados, que se ubican en las inmediaciones de cines, bares o centros comerciales; allí identifican a posibles víctimas y se ofrecen como taxis, para luego, en el trayecto, atacar. En ocasiones, otro asaltante sale del portaequipaje. La segunda fórmula es abordar a una víctima y obligarla a subir a un auto.
La tercera es el asalto en las vías: el vehículo de la víctima es interceptado por otro auto, para obligar al conductor a ir hasta un lugar definido por el asaltante.
La cuarta es el seguimiento a familias en sitios específicos. Esperan a que el padre o la madre se separen para retener a los más vulnerables y cobrar por liberarlos.
La Policía asegura que en la mayoría de casos los delincuentes actúan durante la noche, cuando el servicio de transporte público se reduce y hay una proliferación de taxis sin permisos o de otro color.
El asambleísta Fausto Cobo atribuye la inseguridad a la falta de una política de Estado. “Este Gobierno ha actuado con irresponsabilidad. He pedido que me informen el plan de seguridad y no me contestan. Los delincuentes portan armas sofisticadas y aquí se prohíbe a la gente portar armas para defenderse”.
El secuestro exprés es una variante del secuestro tradicional, en el cual se captura a una persona por un tiempo largo, para conseguir una recompensa.
Un ex agente de la Unase dice que para el plagio tradicional se requiere mayor poder operativo: un lugar de cautiverio, equipos de comunicación, alimentos...
Este delito se registra en Ecuador con mayor frecuencia que el exprés. Entre enero y octubre hubo 405 casos. Pichincha reporta más casos de secuestro tradicional: 64. Le siguen Guayas con 45 y Chimborazo con 42.
Algunos consejos
Si necesita un taxi, llame a una empresa con servicio de radio. Memorice la placa, el número de unidad y la cooperativa.
Al caminar o conducir tome en cuenta su entorno y observe si alguien lo sigue. Trate de ir acompañado y alterne sus rutas.
Si debe transportar dinero y objetos de gran valor solicite un servicio de custodio a la Policía Nacional, llamando al 101.
Al realizar compras, no deje a los niños solos, incluso si no tarda. Si deben ir al baño en sitios concurridos, acompáñelos.