La Haya, AFP
El grupo holandés de electrónica Philips desestimó este martes las acusaciones del ex mandatario cubano Fidel Castro de “traición” a Cuba y Venezuela, y dijo que si no pudo entregar equipamiento médico a esos dos países fue por problemas burocráticos.
“A causa de la complejidad de la aplicación de normas respectivas a las transacciones, la compañía no obtuvo todas las licencias requeridas” para la entrega a Cuba y Venezuela de equipos médicos, aseguró Philips en un comunicado.
“Hemos dado a conocer el asunto, cooperado plenamente, aceptado las sanciones y mejorado nuestros procedimientos para evitar casos similares”, añadió el texto.
Philips aseguró que seguirá vendiendo material médico a Cuba, siempre y cuando tenga “las licencias adecuadas”.
Fidel Castro acusó el lunes al grupo holandés Philips de “doble traición” al no entregar a Cuba y Venezuela piezas de equipos por presión de Estados Unidos, bajo el embargo que mantiene el presidente Barack Obama.
El ex gobernante precisó que a inicios de 2006 y por encargo del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, Cuba compró a Philips y a la compañía alemana Siemens miles de equipos médicos sofisticados para los dos países.
Los equipos estaban destinados a la isla y a 27 Centros Diagnósticos de Alta Tecnología que operan médicos y especialistas cubanos en 24 estados venezolanos, como parte de la cooperación médica cubana con ese país.
Siemens “cumplió sus compromisos”, pero Philips, a la que se compraron 3.553 equipos por unos 72,8 millones de dólares, no suministró las piezas de repuesto alegando una “intransigencia brutal” de Washington.
Castro señaló que pasaron dos años y medio sin que Philips entregara “una sola pieza”, y no fue sino hasta junio pasado que informó que las entregaría tras pagar una multa de 100.000 euros al Gobierno de Obama.
“Nadie en cambio ha resarcido a los cubanos, ni a los pacientes venezolanos de nuestros médicos (…) por el daño humano ocasionado”, y se debió sustituir los equipos, aseguró Fidel Castro.