Pescadores de Santa Elena denuncian extorsiones; investigaciones señalan a grupo delictivo Los Choneros

Hace siete días, la Armada Nacional capturó a seis hombres que tenían en su poder armas, como subametralladoras y fusiles automáticos. Foto: cortesía

Hace siete días, la Armada Nacional capturó a seis hombres que tenían en su poder armas, como subametralladoras y fusiles automáticos. Foto: cortesía

Hace siete días, la Armada Nacional capturó a seis hombres que tenían en su poder armas, como subametralladoras y fusiles automáticos. Foto: cortesía

Llegan a los puertos pesqueros en vehículos de lujo. Lo hacen rodeados de escoltas armados. Caminan en grupos de cinco o seis y llaman uno a uno a los dueños de las pequeñas embarcaciones. Todo es rápido. Los pescadores se acercan, entregan el dinero y se retiran.

Es un pago que los pequeños pescadores deben hacerlo a los armados a cambio de que no les ataquen y de tener una supuesta seguridad para trabajar.

Los agentes corroboran la información y saben que detrás están Los Choneros, un grupo delictivo que tejió una red de extorsión, especialmente en dos puertos de Santa Elena: Anconcito y Santa Rosa.

Las extorsiones van desde USD 100 hasta 300 mensuales. Solamente si cumplen con esa exigencia pueden pescar sin problemas en alta mar.

En Santa Rosa habitan 800 familias que viven de la pesca. La gente casi no habla con desconocidos. Quienes se atreven a hacerlo dicen que prefieren “estar vivos y callados que morir con la boca abierta”.

Un hombre pide que su nombre no sea publicado y para hablar se aleja del muelle. “Ese es su territorio. Toda su gente está allí. El puerto está tomado por ellos”, relata en voz baja. Se refiere a Los Choneros.

Según las investigaciones, ellos estructuraron sus operaciones durante la emergencia sanitaria. Todo coincidió con la liberación de su líder Jorge Luis Zambrano, alias ‘Rasquiña’, en junio pasado.

Los pobladores recuerdan que en ese mes, en Santa Rosa aparecieron hombres armados y les advirtieron que si querían evitar robos debían empezar a cancelar un “impuesto”.

Al principio se negaron, pero luego empezaron las amenazas de muerte. Hoy, los pescadores dicen que cerca del 80% de la flota de lanchas paga.

La Armada también tiene información de estos hechos y las primeras alertas las obtuvieron del número de denuncias por robos en el mar.

Según los datos de los marinos, durante ocho meses de este año, en Santa Elena se reportaron 80 denuncias de robos a embarcaciones. Ese número es menor a lo que se registró en el mismo período del 2019. En ese año hubo 150 delitos.

Los uniformados saben que las cifras no reflejan una reducción del crimen, sino que los pescadores cada vez denuncian menos por miedo a ser atacados por los delincuentes.

Por eso, Inteligencia militar y policial levantan información de los sospechosos.

A través de los equipos de guardacostas, personal de corbetas y de los aviones de exploración han comenzado a localizar a los sospechosos.

Hace siete días, la Armada capturó a seis hombres que tenían en su poder subametralladoras y fusiles automáticos.

La Fiscalía y la Policía Nacional investigan si operaban en otras provincias. Agentes saben que las redes de piratas recorren distintas zonas en diferentes períodos.

En Anconcito, otro poblado pesquero de Santa Elena, también se habla de Los Choneros. Los pescadores cuentan que los integrantes de la banda les entregan un distintivo para que sean colocados en sus embarcaciones. De esta forma son diferenciados de aquellos que no pagan y no los atacan.

“Por ejemplo, un mes nos dan listones verdes, otro mes el color es rojo. También se usan banderas negras”, cuenta uno de los pescadores.

La Policía tiene información de que en esta zona, Los Choneros tienen piratas en el mar.

Los agentes indican que el ‘negocio’ más fuerte en esa zona es con los barcos grandes.

Sus tripulantes no son extorsionados, sino que les arrebatan directamente la pesca.

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