Cientos de personas llegaron al Centro Histórico de Quito, este 7 de diciembre del 2020. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Mientras los parques, plazas y otros espacios públicos lucían desolados este lunes 7 de diciembre del 2020, el Centro Histórico de Quito fue un sitio de mucha concurrencia. Uno de los lugares más visitados fue la zona de la calle Ipiales, donde se encuentran los Centros Comerciales del Ahorro.
En esta área, decenas de personas entraban y salían de los locales, regateaban y revisaban la mercadería para decidirse por la compra. Los dueños de los locales competían con los vendedores informales que también promocionaban sus productos a todo pulmón. Con promociones tentadoras buscaban atraer a los compradores que se acercaban por curiosidad.
En la calle Chile, la gente bajaba y subía en fila; no había espacio en la vereda para ir de dos en dos. En esta zona, no se respetaba el distanciamiento social, pero todos usaban mascarilla. A ratos, parecía reinar el caos en este sector, pero, de repente, apareció un joven que, con un parlante en mano, daba instrucciones a los transeúntes: “por favor hay que conservar la distancia y usar la mascarilla”. El joven, según indicaron los comerciantes, es parte del personal administrativo de los Centros Comerciales del Ahorro.
Entre tanto, en la Plaza Grande, se presentó una orquesta que entonaba las tradicionales canciones por las fiestas de la capital. Los miembros de la orquesta hacían de vez en cuando alguna pausa y llamaban a la gente a mantener la distancia.
En las calles Imbabura, Chile, Olmedo, la presencia de vendedores ambulantes era notoria. La mayoría vendía mascarillas, paraguas y comida. El escaso control policial fue evidente en esta y otras zonas del Centro Histórico, como la calle Rocafuerte. Las calles Benalcázar, García Moreno, Venezuela y Guayaquil lucían menos concurridas. La mitad de los almacenes abrió sus puertas en esas vías.