Vivir la libertad es en primer lugar respetar la individualidad del resto de personas. Es hacer las cosas que uno cree que están bien, pero siempre con ciertas reglas y normas. Yo creo que vivo plenamente mi libertad en el trabajo y en mi vida familiar. En mi trabajo puedo tomar decisiones, siempre y cuando estas se lleven a cabo con las normas y los valores que dicta, en este caso, la Fundación Reina de Quito. Por eso, yo siempre expreso que la libertad es plena aunque tiene parámetros. Vivir sin autoridades y reglas no es libertad. En cuanto a mi familia, la vivo en pensamiento, vivo con respeto al prójimo y a la individualidad y eso trato de enseñarles a mis hijos. En el trabajo doy el 100% de mis fortalezas, doy todo de mí y todos mis conocimientos. A los compañeros tampoco se les puede coartar la libertad, siempre hay que respetar las opiniones de los demás. Creo que toda persona vive su libertad de alguna manera. Yo la vivo plenamente por mis creencias y compromisos con los demás.