Hombres armados retuvieron durante horas a unos 60 reporteros mexicanos y sus familias en el convulso estado de Guerrero (sur), sometiéndoles a una suerte de ‘juicio’ en el que algunos fueron golpeados, denunció este martes, 16 de diciembre del 2014, el Club de Periodistas local.
Los hechos ocurrieron en pleno día del sábado en Tlapa de Comonfort, un municipio montañoso de Guerrero, durante la premiación anual a periodistas de ese violento estado, completamente convulsionado desde la presumible masacre de 43 estudiantes en septiembre. “Decenas, casi cien personas, algunas encapuchadas y armadas (y otras) con palos y macanas de policías” irrumpieron en el evento al grito de “¡Prensa vendida!”, relató a la AFP Miguel Ángel Mata, presidente del Club de Periodistas de Guerrero.
Le hablamos al gobierno y otras instituciones pero “nadie acudió a auxiliarnos”, asegura. Los asaltantes se identificaron como integrantes del Movimiento Popular de Guerrero (MPG), que aglutina a organizaciones sociales del empobrecido estado. Entre ellas están el sindicato radical de maestros de Guerrero y estudiantes de escuelas rurales de magisterio, como a la que pertenecían los 43 jóvenes presumiblemente asesinados.
Según la prensa local, el grupo estaba respaldado por varios hombres armados con rifles que portaban uniformes de guardias comunitarios de Guerrero. Estas personas encerraron a los periodistas en la alcaldía. “Nos dijeron que ellos eran un jurado y que nos iban a enjuiciar porque nosotros habíamos ido a ofenderlos”, dijo Mata, al explicar que fueron acusados de promover a políticos en su evento y de “romper el luto” por los 43 estudiantes que desaparecieron el 26 de septiembre en Iguala (Guerrero).
“Comenzaron a golpearme, a mi esposa y a unos compañeros”, relató Mata, señalando que la escalada de agresiones sólo cesó cuando se percataron de que el diario Milenio estaba reportando en su sitio electrónico sobre el “secuestro” de los periodistas.
Los integrantes del MPG exigieron a los periodistas negar la información que publicaba el diario así como ofrecer excusas públicas, según uno de los videos que circularon el martes en internet, donde se observa a al menos un hombre con un arma larga vigilando a Mata.
A cambio de esto “nos iban a dejar salir, pero no fue cierto. Ellos tenían preparada una valla de gente armada con palos, encapuchados, que nos paseó a algunos (periodistas) por la plaza pública a empujones”, relató Mata, quien se disponía a presentar una denuncia. La retención, que está siendo documentada por la ONG Reporteros Sin Fronteras, terminó cerca de la media noche del sábado.