De izquierda a derecha: Víctor Gómez, director de Radio Sucumbíos; Luis Freire, corresponsal de El Universo en Esmeraldas; Manuel Gonzáles, co-editor de La Hora en Esmeraldas; Jesús Castillo, freelance para Caracol en Nariño (Colombia); y Dimitri Barreto, editor digital de EL COMERCIO, intervinieron en el Congreso Internacional Periodismo en Debate 2018. Foto: Valentín Díaz / EL COMERCIO
Los riesgos permanentes que viven a diario los periodistas que laboran en la frontera colombo–ecuatoriana y el nuevo panorama para el ejercicio de esta profesión en estas zonas fueron parte de la conversación en el Congreso Internacional Periodismo en Debate 2018. La conferencia se celebra este jueves 15, viernes 16 y sábado 17 de noviembre del 2018 en las instalaciones de la Universidad San Francisco de Quito.
El periodista freelance de Caracol en la zona de Nariño (Colombia), Jesús Castillo, aseguró que “mi protección es mi cámara y un micrófono”. Al comunicador le preocupa el hecho de que los mecanismos de protección existentes para periodistas en Colombia sean insuficientes, pues “137 líderes que han contado con el esquema de seguridad estatal han sido asesinados, por lo tanto no podemos confiar en este”, sentenció.
“Debemos intentar vencer el miedo”, comentó Manuel Gonzáles, co-editor de La Hora en Esmeraldas. “Alguien tiene que contar la historia, pero debemos saber medir qué tan importantes son. Es crucial tener claro qué efecto va a tener mi información”, refiriéndose a las posibles consecuencias que puede tener para la población civil de ciertas zonas la publicación de información sensible.
“En Esmeraldas hay que saber trabajar. El trabajo es muy delicado. Hay que conocer el territorio”, dijo por su parte en el conversatorio Luis Freire, corresponsal de El Universo para Esmeraldas. “Una de las estrategias que yo he identificado es no llevar identificación. Hay que tener mucho cuidado. Si veo qué hay un clima de confianza, solo ahí comienzo a preguntar”, dijo el expositor.
Sin embargo, en cuanto a este punto, en el panel se encontraron opiniones divididas. Manuel Gonzáles, de La Hora, consideró que “la credencial es importante para los pobladores, los guerrilleros y autoridades ya saben quién eres. Se debe ser sincero con las intenciones desde un principio”.
“A raíz de la firma del acuerdo paz, pensamos que todo iba a estar más tranquilo” sostuvo Víctor Gómez, director de Radio Sucumbíos. Pero Gómez ha visto que los grupos armados se están reagrupando. “El riesgo es que no los conocemos. Antes con las FARC, sabíamos como pensaban”. En la zona, los grupos armados que intentan ganar territorio están utilizando a la población civil como “escudos humanos”.
En este sentido, acotó que “a veces tienes información importante, pero tienes que autocensurarte porque puedes poner en riesgo a poblaciones enteras o incluso a tu propia familia”.
El periodista colombiano Jesús Castillo relató lo que se vivió al otro lado de la frontera durante los días de cautiverio de Efraín Segarra, Paúl Rivas y Javier Ortega. “Cuando ocurrió el lamentable hecho de los colegas de EL COMERCIO, en Colombia lo peor que pudo haber pasado fue la desinformación de los mismos medios colombianos”, dijo en relación a información falsa sobre una supuesta liberación del equipo que divulgaron algunos medios de comunicación del vecino país.
“El conflicto armado en Colombia para nadie es un misterio que se ha ido endureciendo”, agregó Castillo. La conformación de más de 16 grupos ilegales en Nariño, después del tratado de paz entre el Gobierno y las FARC, “hacen que el oficio sea cada vez más complicado. Antes de lo ocurrido con los periodistas, nosotros pudimos hablar con ‘Guacho‘. Llegamos como cualquier persona a un sitio, fue una entrevista de media hora. Cuatro meses después, es la persona más buscada por ambos países”.
El panel fue moderado por el editor digital de EL COMERCIO, Dimitri Barreto, quien comentó algunos de los detalles de la cobertura que hizo este Diario en octubre del 2018, seis meses después de la confirmación del asesinato de un equipo periodístico de esta casa periodística.
“Al entrar al centro de salud en Mataje, encontré en la pared una hoja con números. Correspondía a los datos poblacionales. Allí hay 164 jóvenes de entre 15 y 19 años, pero en la escuela hay clases solo para chicos de hasta 14”. Esas son, según Barreto las carencias que el periodismo debe tratar. “No estamos para contar cadáveres, sino para contar lo que pasa en esa población”, sostuvo.
Víctor Gómez, director de Radio Sucumbíos, asegura que en aquella provincia fronteriza “pasa lo mismo. Los problemas son parecidos. El abandono es evidente; hay pueblos a los que solo se puede llegar en helicóptero o vía fluvial. Hay muchos sectores marginados”.