38 pericias revelaron cómo falleció la niña Emilia Benavides

Los dos acusados guardan prisión en el Centro de Rehabilitación de Turi, en el sur de Cuenca. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Los dos acusados guardan prisión en el Centro de Rehabilitación de Turi, en el sur de Cuenca. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Los dos acusados guardan prisión en el Centro de Rehabilitación de Turi, en el sur de Cuenca. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Todo fue planificado. José Nero alias El Chino’ perseguía a la niña Emilia Benavides desde el 5 de diciembre del 2017. La esperaba fuera de la Escuela Zoila Alvarado, en el centro de la capital lojana, pero ella siempre salía acompañada, por lo que su plan de secuestrarla no daba resultado. Pero 10 días después ella salió sola y logró su objetivo, según las pericias realizadas.

Con la niña caminó por el centro de Loja y llamó a un primo, que era taxista. Él los llevó hasta un motel ubicado en el norte de la ciudad.

Emilia conocía a Nero (hoy fallecido), porque desde octubre del 2017 era instructor de bailoterapia en el barrio Ciudad Alegría. Su mamá y su hermana asistían todas las noches. Por eso, la niña -de 9 años- no opuso resistencia.

Según las investigaciones, Nero envió desde el motel fotos a quien lo contrató para que hiciera un video de niñas en actos íntimos. El pago era de USD 1 000. Este último dirigía un grupo de baile tropical en Loja, una red de pornografía y una página de Facebook denominada Inocentes 10.

Toda esa información se recopiló en las 38 pericias que ordenó la fiscal encargada del caso, Bella Castillo.

Los análisis médicos de la autopsia determinaron que el día en que ocurrió la agresión sexual, a la niña le dieron una droga. Las pericias muestran que a las 22:00 y en el mismo taxi, Nero llevó a Emilia hasta el local que alquilaba en el estadio de Loja.

13 pruebas documentales proporcionó el Sistema Integrado de Seguridad y su programa Taxi Seguro de Loja.

Algunas escenas fueron proyectadas en la audiencia de juicio, que finalizó el 30 de octubre. Los investigadores dicen que en la oficina de Nero la menor fue atacada mortalmente y su cuerpo fue sacado del lugar tres días después: el lunes 18 de diciembre, cerca de las 23:00. Había sido colocado en dos fundas negras grandes.

En la audiencia, Ángel Benavides, padre de la menor, contó que el domingo 17 de diciembre Nero les visitó para ofrecer su apoyo. El cadáver fue encontrado dos días después de esa visita. Estaba en la vía a Chuquiribamba. Para el traslado, Nero alquiló una camioneta y el taxi de su primo.

El proceso judicial, que tiene 20 cuerpos, reunió pruebas documentales, videos, informes periciales antropológicos, de ADN, entre otros.

Según la fiscal Castillo, de los medios magnéticos se extrajeron las conversaciones que mantuvieron desde el 5 de diciembre los tres implicados, que planificaban el secuestro y el plan para asesinarla.

En la investigación se hicieron las pericias psicológicas de los implicados y se determinó que “son personas antisociales”, que necesitan ayuda psicológica y psiquiátrica.

Para la audiencia, los dos procesados se presentaron mediante videoconferencias.

El taxista y quien dirigía la red de pornografía fueron sentenciados a 34 años y ocho meses por el delito de femicidio no íntimo, por parte del Tribunal de Garantías Penales de Loja. Ahora, la fiscal Castillo apelará la sentencia, pues busca que las dos personas reciben penas de 40 años.

Actualmente, los dos condenados guardan prisión en la cárcel de Turi, en Cuenca.

El encargado de la red de prostitución envió una carta -a través de su abogado- en la que admitió que filmó el video de la menor, pero asegura que no mató a Emilia. En el mismo escrito pidió perdón por los hechos ocurridos, que alarmaron a Loja y al país.

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