Julia Cárdenas sabía que su hijo no tuvo la culpa de su propia muerte. Su instinto de madre le decía que debía buscar más. Y eso hizo. Desconfió de los informes del Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito que aseguraban que su hijo, Martín Garzón, de 16 años, había invadido el carril de circulación y se estrelló contra una volqueta, en la avenida Manuel Córdova Galarza, en el noroccidente de Quito. El adolescente murió de contado luego de caer de su motocicleta el 10 de diciembre del 2014.
Seis meses después, el principal sospechoso sigue prófugo y el caso continúa en indagación previa. La razón: los informes de los peritos de la Policía señalaban como único responsable de su propia muerte al joven, se trataría de un desafortunado accidente. Pero la familia acaba de comprobar que el conductor de la volquete estuvo directamente implicado con el accidente.
En marzo pasado, la familia Garzón Cárdenas encargó un nuevo estudio a empresa a la empresa brasileña Consultoría Pericial. Los resultados los recibieron la semana pasada. Y la conclusión del perito argentino, Roberto Meza, señala que la volqueta quiso rebasar a un bus, invadió el carril de la moto y por esta acción se produjo el accidente. “Según lo analizado y demostrado, este accidente no se hubiese producido sin la maniobra de rebasamiento de la volqueta y la posterior invasión del carril de la motocicleta. Los vestigios encontrados en el carril de la motocicleta lo confirman”. También afirma que las causas de los peritos de la Policía se debe descartar “por falta de vestigios que las sustenten”.
Para Julia y su familia no fue una sorpresa. Confirmaba lo que ella ya sabía a través de las versiones de seis testigos que vieron el choque. Todos confirman que la volqueta bajaba a exceso de velocidad, que trató de rebasar un bus de trasporte público que recogía pasajeros en la parada y que en ese maniobra invadió el carril por donde circulaba el adolescente. “Yo no soy experta en estos temas, pero si la motocicleta y el cuerpo de mi hijo quedan en el carril por donde iba, si las huellas de arrastre están en el carril de mi hijo, es lógico pensar que él nunca se cambió de carril”, dice.
Comenta que no hay un solo día, ni una hora que no piense en su hijo y que ese dolor que aún le inunda el pecho también es su fuerza para salir a marchas y pedir justicia. “Solo queremos la verdad”, dice la mujer.
Con los nuevos resultados, la familia pide que se formule cargos contra el conductor de la volqueta, un joven de 23 años, sin licencia de conducir y que se dio a la fuga luego de impactar a Martín. Además, la familia espera que se les asignen a otro fiscal y que se sancionen a los peritos que elaboraron los primeros informes. Desde marzo pasado presentaron una queja contra ellos en ante la Inspectoría de la Policía.
“No vamos estar callados hasta que el responsable de la muerte de mi hijo haya pagado con la justicia”, dice Julia.