En la segunda mitad del siglo XX, los cambios sociales, políticos y tecnológicos se reflejaron en una sociedad que en muchos sentidos parecía querer romper con el pasado. Los jóvenes crearon desde entonces su propia cultura de la protesta, que se extendió a varios campos.
Desde los años cincuenta, nuevas formas de música popular sacudieron las sociedades, especialmente a la juventud. El cambio fue mucho más allá, puesto que en varios países industrializados se desarrollo el movimiento hippie, que propugnaba la paz y la no violencia, rechazando los valores de la sociedad de consumo. No se trataba de una agrupación organizada, sino de una actitud colectiva de jóvenes que formaban comunidades y vivían con sencillez. El consumo de drogas, especialmente de marihuana, se convirtió en un mecanismo de escape y de protesta.
Estudiantes universitarios del primer mundo protagonizaron acciones violentas que reclamaban no solo reformas educativas, sino también cambios sociales, rechazando la situación prevaleciente. La tendencia adquirió mayor fuerza cuando, en protesta contra la guerra de Vietnam, los jóvenes estadounidenses rechazaron masivamente ser reclutados para el Ejército.
En Estados Unidos, la influencia de la música negra y country fue siempre muy grande. Con estas raíces, en los años cincuenta comenzó a producirse lo que luego se llamó el rock and roll, que revolucionó el comportamiento de los pueblos del primer mundo e influyó en otras latitudes.
El rock and roll fue una renovación cultural, pero fue también un fenómeno de mercado. Las ventas de discos y los espectáculos llegaron a cifras nunca antes conocidas. La música de la ‘nueva ola’ conmovió al primer mundo. En Gran Bretaña surgieron los grupos musicales de mayor influencia. La banda The Beatles (los escarabajos) se transformó en símbolo de la ruptura.
El año 1968 fue particularmente agitado. Movimientos estudiantiles de protesta estallaron en varios lugares. En la Universidad de Berkeley, California, la violencia fue grave. En París, el estallido paralizó la ciudad por unos días e hizo tambalear al gobierno. Los jóvenes llenaron las paredes de la ciudad con consignas como “Abajo el sentido común”.
También en América Latina los movimientos estudiantiles fueron muy activos, desde México, donde fueron masacrados en la Plaza de las Tres Culturas, hasta Argentina, donde su propio gobierno hizo guerra sucia a los montoneros y al ERP, o Chile, que tuvo en la juventud un puntal del gobierno de Allende.
La mayoría de estos movimientos no tuvieron ni organización ni continuidad, pero dejaron una huella profunda en la historia del siglo XX. Vale le pena recordarlos ahora porque la memoria es frágil, y no falta quien se crea que por primera vez los jóvenes están protestando en el mundo.