Este 29 de octubre, la institución donde trabajo depositó mi sueldo en mi cuenta de ahorros del Banco de Guayaquil.
Inmediatamente, alguien desconocido sustrajo todo ese dinero con tres retiros de cajero automático.
Con libreta de ahorros y tarjeta de débito en mano, pedí explicaciones al banco. Me contestaron que los retiros se hicieron en cajeros de los bancos Pacífico, Pichincha y Produbanco, a los cuales pedirían informes.
Doce días después, uno de esos bancos no había respondido aún; el otro, Produbanco, había contestado que sí se dieron esos retiros en forma exitosa. Según la funcionaria, “exitoso” significa: “mediante tarjeta y código de usuario”.
No me entregaron el informe porque dicen que lo han enviado a la matriz donde “harán un estudio del historial de la cuenta y más investigaciones”, y que regrese después de 15 días laborables.
Mi cuenta tiene un promedio mensual de USD 350 y retiros pequeños, ocasionales, para los gastos del hogar. Me pregunto ¿qué estudio detenido puede hacerse y peor “en el plazo mínimo de 15 días laborables”?
No sé qué esperan con esta intrincada y espesa lentitud burocrática bancaria. Talvez que los ciudadanos se desalienten y desistan de su reclamo.
Yo no voy a desistir. Soy una viuda que mantiene su hogar con ese mínimo sueldo y esta vez me lo han robado.
Todos hemos escuchado de la clonación de tarjetas, de filmaciones para identificar a los que hacen los retiros, de que se puede determinar hora, minuto y segundo en que se realiza un retiro, etc. Según parece, nada de esto sirve para ayudar a quien está en un apuro como el mío.
Peor aún, no se conoce que hayan buscado o implementado nuevas formas de seguridad para los cajeros automáticos. No sé en qué andan ocupados.
Escogí ese banco por su calificación triple A . Espero que hagan honor a esa calificación, en todos los sentidos.
Voy a esperar la única respuesta que alegrará a mi familia : la devolución de mi dinero.
Ivonne Rodríguez Villalba