Cerca al Mercado de San Roque existen personas que dan paso a los vehículos por las calles que la Policía Nacional cerró a cambio de dinero. Fotos: Diego Pallero / EL COMERCIO
Dos hombres controlan las vallas metálicas que instaló la Policía Nacional en la intersección de la avenida 24 de Mayo y calle Chimborazo, en el Centro Histórico de Quito. Ellos abren o cierran el paso a su voluntad y a cambio de dinero.
Cuando un vehículo se aproxima, los hombres hacen señales con sus manos para indicar de que pueden abrir el paso. Mediante gestos incitan a los conductores a tomar esta ruta que debería estar inhabilitada.
Se sirven de los obstáculos que dejaron las autoridades para ayudar en el control de San Roque, uno de los centros de abastos más grandes de Quito.
Cuando el vehículo está cerca mueven las vallas y hacen gestos para solicitar la entrega de dinero. En estos sitios no hay policías, ni agentes de control del Municipio.
En un recorrido que realizó este Diario se constató tres “peajes” ilegales. El primero en la intersección de la 24 de Mayo y Chimborazo. Otro está en la calle Chimborazo y Abdón Calderón y el tercero se ubica en la Hermita, cerca de la escuela de San Diego.
Estas vías son utilizadas por comerciantes y habitantes del sector de San Roque quienes se quejan y califican este hecho como una suerte de extorsión.
Hay quejas debido a la falta de control de estos grupos que piden dinero. Por ejemplo, en la calle Abdón Calderón, hay al menos siete personas a la espera de que pasen los vehículos. Para abrir el paso, se acercan a la ventana del conductor para solicitar un pago. Cuando ven alguna moto policial, dejan a un lado los puntos y se esconden entre los comerciantes informales.
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