Paúl Vélez admitió estar triste

Redacción Cuenca

En la conferencia de prensa, las actitudes de los técnicos fueron distintas. Rubén Darío Insúa se mostró sereno y conforme con el empate. Entre tanto, Paúl Vélez no ocultó su preocupación y dijo que ahora no les queda otra opción que ganar en Quito el próximo sábado.

Según el estratega argentino, quien lució una camisa blanca, su equipo hizo un buen partido y el primer tiempo fue parejo entre  dos  conjuntos que buscaron marcar la diferencia.

Alegrías y reclamos
El presidente del Quito, el español Enrique Navas, estuvo 15 minutos en el camerino.Felicitó al plantel y abandonó el estadio junto al prefecto de Pichincha, Gustavo Baroja.
La alegría en el Quito fue mesurada. El arquero Johvanni Ibarra y el preparador físico Duffer Alman bailaban salsa.
En el camerino del Cuenca hubo reclamos, igual que ocurrió en la cancha. En la segunda etapa, Insúa consideró que Deportivo Quito hizo un mejor cotejo y por eso se puso en ventaja. La igualdad, agregó el estratega, llegó tras una jugada “aislada”. Sobre el próximo cotejo en Quito, dijo que  “si bien un empate nos alcanzaría para lograr nuestro objetivo (bicampeonato), el sábado jugaremos para ganar”.

Para Insúa, la revancha en Quito tendrá características distintas, porque se jugará más abierto y con llegadas de ambos equipos. Los dos equipos tienen jugadores que se verán beneficiados en ese aspecto, incluso por las mejores condiciones de la cancha.

Sobre la ausencia de Mauricio Donoso en la primera final, el técnico argentino dijo que en ese puesto tiene otras opciones como Luis Fernando Saritama y Michael Arroyo. Sin embargo, adelantó que el próximo sábado pudiera estar Donoso para que sea el conductor del equipo.

También señaló que Pedro Esterilla ocupará el puesto de Oswaldo Minda, quien fue expulsado ayer. Al referirse al rival, Insúa reconoció lo difícil que es jugar en Cuenca. De local no perdió en la segunda y la tercera etapas. “Sabíamos que es un equipo luchador que corre mucho…”.

Vélez, por su parte, confesó su tristeza y aseguró que  su conjunto  irá a Quito a ganar. “Por suerte, el Cuenca juega mejor de visitante”. También destacó la experiencia del equipo adversario, que tiene gran cantidad de jugadores que tiene más de 30 años; mientras el promedio del ‘Expreso Austral’  bordea los 25.

El estratega cuencano señaló que los jugadores del Deportivo Quito provocaron la expulsión de Paredes y ya lo estaban haciendo antes con otros jugadores. Se refería a los roces entre el defensa cuencano John Naváez y el delantero capitalino Marcos Pirchio.

Al comentar sobre el  arbitraje, Vélez señaló que cuando prima una duda se  pita a favor del equipo con  más experiencia. Sostuvo que hubo muchas faltas que cometían los integrantes del Quito y que el árbitro no pitó, “talvez por vergüenza de pitar tantas faltas”.

Con respecto a la demora en los cambios, Vélez reconoció que se pensó en las variantes después el gol. “Si arriesgábamos al estar empate se podía venir en contra y perder un partido. Como estaba el partido juzgué que no era oportuno hacer los cambios”.

Para Vélez, el equipo pecó de nerviosismo y le pesó jugar la primera final ante su público. Contó que durante la semana pasada tuvo  varios problemas futbolísticos y los que vieron los entrenamientos se pudieron dar cuenta de las fallas. “No sé si fueron las ansias o nos apresuramos en no poder controlar el balón”.

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