Patrulla incomunicada soportó temperaturas de hasta 3 grados

Ayer, familiares de los ocho soldados llegaron al Batallón Galo Molina, en Tulcán. Foto: Para EL COMERCIO

Ayer, familiares de los ocho soldados llegaron al Batallón Galo Molina, en Tulcán. Foto: Para EL COMERCIO

Ayer, familiares de los ocho soldados llegaron al Batallón Galo Molina, en Tulcán. Foto: Para EL COMERCIO

Deshidratados y con hambre. Así fueron localizados los ocho militares que estaban sin contacto en la frontera norte. La noticia del rescate alegró a los familiares de los uniformados, quienes llegaron el viernes, 18 de mayo del 2018, desde distintos puntos del país hasta el Batallón de Infantería Motorizada (Bimot) 39, acantonado en Tulcán, Carchi.

Las familias acudieron a esa unidad militar desde la noche del jueves. Todos estaban angustiados, pues el Ejército les dijo que el miércoles perdieron comunicación con el grupo.

Maribel, esposa de uno de los uniformados, llegó desde Riobamba. La mujer recordó que la noche del martes fue la última vez que recibió un mensaje de su esposo.

Se despidió y le dijo que al siguiente día iría a la frontera con Colombia. Según información del Ejército, los soldados tenían que hacer un patrullaje por dos sectores fronterizos.

La misión era custodiar y realizar un mantenimiento a los hitos fronterizos, unos cubos de cemento de metro y medio que separan el territorio ecuatoriano del colombiano.

La esposa del soldado le pidió tener cuidado. La mujer estaba inquieta por las noticias sobre los atentados en Esmeraldas y la reciente desa­parición de David Ilaquiche, un cabo segundo que laboraba en Tobar Donoso, Carchi.
Maribel se alarmó aún más al recibir una llamada telefónica del Ejército, en la cual le indicaron que la patrulla de su esposo no había retornado al destacamento de Maldonado, como estaba previsto.

Pero el viernes, con la noticia del hallazgo, las risas, abrazos y llamadas telefónicas no faltaron en las afueras del Batallón.

Los familiares fueron los primeros en conocer de la aparición de los soldados. Eran cerca de las 08:00 cuando los militares confirmaron que el personal estaba sano y salvo.

En Quito, el Ministerio de Defensa difundió un comunicado en el que indicó que los ocho soldados habían sido ubicados a las 06:30.

A las 11:00 Roque Moreira, comandante del Ejército, dio más detalles. En una rueda de prensa indicó que los soldados habían sido encontrados en dos grupos. Cinco de ellos estaban cerca a una hacienda de la frontera y los otros tres se hallaban en otro punto.

Este último grupo lo conformaban miembros de las Fuerzas Especiales. Ellos se separaron de sus compañeros en Chimal Alto, un poblado fronterizo. Tras quedarse incomunicados, querían adelantarse para salir del monte y pedir ayuda al destacamento.

El comandante Moreira informó que los uniformados no pudieron volver por las malas condiciones climáticas que había en el sector.

Dijo que las fuertes lluvias y la densa neblina incluso afectaron los aparatos de comunicación.

La patrulla tenía dos GPS y una radio, pero estos se quedaron sin batería y perdieron todo tipo de contacto.

A ello se sumó que en esta zona montañosa la comunicación es deficiente. Los miembros de la patrulla tuvieron que enfrentar el frío, que en ese sector del país desciende hasta los 3°C.

Moreira destacó el entrenamiento que reciben los soldados e indicó que eso les permitió soportar las condiciones climáticas. Además, admitió que había preocupación en el Ejército, pues no es común que una patrulla se pierda.
Por eso, en la búsqueda participaron soldados de Fuerzas Especiales y aeronaves de la Aviación del Ejército.

Luego de la localización, los ocho soldados fueron trasladados al Batallón de Tulcán para un chequeo médico.

Las autoridades militares descartaron que el grupo de uniformados haya sido víctima de grupos armados que operan en Colombia. Esa era la mayor preocupación de las familias, pues conocen que disidentes de las FARC ofrecen altas sumas de dinero a quienes les entreguen militares.

El comandante del Ejército confirmó que existen esas amenazas, pero dijo que ellos están concentrados en resguardar el territorio.

En torno al cabo segundo que permanece desaparecido desde el sábado pasado, el Jefe Militar dijo que se continúa en las labores de búsqueda y que el proceso está en manos de la Fiscalía, pero hasta ayer no tenían más información.

Moreira recordó que el uniformado desapareció tras salir del destacamento sin permiso.

En contexto

Los ocho militares salieron de su destacamento a las 06:00 del miércoles, con dirección a la frontera. Ellos debían regresar a las 17:00, pero eso no sucedió. Por eso, en la noche el Ejército activó los protocolos de búsqueda que duraron más de 24 horas.

Suplementos digitales