Santiago Estrella GarcésCorresponsal en Buenos Aires
El canciller Ricardo Patiño llegó a Buenos Aires en el marco de una gira que incluyó Uruguay, Chile y Perú para acelerar el proceso de ratificación del tratado de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur).
Asimismo, aprovechó la oportunidad para ratificar al ex presidente argentino, Néstor Kirchner, como principal candidato a ocupar su Secretaría General.
Uno de los objetivos de la presidencia pro tempore (de Ecuador) es dejar en lo posible concluida la ratificación del tratado. Además, esperamos que el 4 de mayo, en que se va a producir la cumbre de presidentes de Unasur, podamos avanzar en la elección del secretario general de la Unasur, dijo Patiño en una conversación con la prensa.
Ya cuatro países han confirmado la ratificación del acta de la Unasur (Bolivia, Ecuador, Guyana y Venezuela) y se requiere la aceptación de por lo menos nueve de los 12 integrantes. Los tiempos dependerán de los procesos internos propios de cada país.
Patiño ve con esperanza la posibilidad de que hasta agosto se ratifique el acta de la Unasur, así como que haya consenso (no requiere unanimidad) sobre Kirchner como secretario general.
Ayer mantuvo una reunión de trabajo de por lo menos dos horas con su par argentino, Jorge Taiana, para definir la agenda. Conversamos básicamente de dos temas: el desarrollo institucional y político de la Unasur con vistas de la agenda de la reunión de Presidentes, y también de la relación bilateral y sus distintos y numerosos ámbitos, explicó Taiana.
Sin embargo, Patiño dijo a EL COMERCIO que no tocaron el tema del voto argentino a favor de colocar a Ecuador en la lista negra del GAFI, ni sobre el mantenimiento del funcionario argentino que lo hizo, a pesar de haberle dicho en la cumbre de Cancún que había sido desplazado.
Nunca hemos hecho con Argentina una negociación con el tema. Cuando estuvimos en Cancún, el canciller informó una decisión que habían tomado, pero nosotros no le pedimos que hagan una cosa u otra. Ellos lo han hecho y nos alegró mucho. Pero después no tenemos por qué dar ningún seguimiento a la decisión argentina. Es estrictamente atribución del gobierno argentino lo que haya hecho y lo que siga haciendo, dijo.