Imagen referencial. La Fiscalía sustentó su acusación con pruebas como el testimonio anticipado de la víctima. Foto: Fiscalía
El Tribunal de Garantías Penales, ubicado en Quitumbe, en el sur de Quito, condenó a tres años de cárcel a Edwin C., un pastor evangélico que abusó sexualmente de su sobrina política, de 17 años.
En la investigación, la fiscal Silvia Juma determinó que 19 de abril de 2016, el líder religioso ofreció a la adolescente llevarla al colegio, pero antes irían a un lugar para conversar y aconsejarla respecto a los conflictos propios de su edad y al divorcio de sus padres.
Según la Fiscalía, el sospechoso pasó primero por el banco y luego la llevó con engaños a un motel, en las afueras de Quito.
“En el lugar, inició una conversación de tinte libidinoso y puso como ejemplo a las trabajadoras sexuales que cumplen con los requerimientos de sus clientes. Después le contó sobre una aventura que habría mantenido con la esposa de su mejor amigo, quien le habría agradecido por sus atenciones”, indicó la fiscal.
Luego le preguntó, mientras le tocaba la pierna, si deseaba estar con él. La adolescente se asustó y trató de salir del lugar.
Al ver la reacción, el familiar la llevó hasta su colegio. Pero “le advirtió, de forma amenazante, que si contaba lo sucedido nadie le creería”.
Según Juma, los argumentos del procesado fueron que él es un pastor evangélico y que goza de la credibilidad de la familia. “¿Quién eres tú? A ti no te van a creer y vas a quedar mal y ¿Qué van a pensar de ti?”, le dijo.
En la audiencia, la Fiscal explicó que en este caso se evidenció violencia de género, relaciones desiguales de poder y la discriminación etaria: el traslado a un motel con engaños, aprovechándose de la confianza y la familiaridad.
Además, la abordó con una conversación sexual, “tocándola para tratar de conseguir un encuentro íntimo y, al no lograrlo, descalificarla y amenazarla, recalcándole que es la palabra de un pastor contra la de una adolescente con problemas”.
Además, la fiscal precisó que el delito de abuso sexual “tiene que ver con actos de naturaleza sexual sin necesidad de introducción carnal”.
La Fiscalía sustentó su acusación con pruebas como el testimonio anticipado de la víctima, de la tía de la adolescente, la pericia de contexto de violencia de género, el reconocimiento del lugar de los hechos, la factura del motel y del peaje. Así como la captura del video que coincide con el paso del auto, el día y la hora relatados por la víctima de 17 años.
El Tribunal también ordenó que el pastor dé USD 3 000 a la víctima como reparación integral.