Más de 180 comparsas que participaron en el pase del Rey de Reyes en Riobamba. Fotos: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
Al menos 5 400 bailarines y disfrazados desfilaron este sábado 6 de enero del 2018, en honor a la imagen del Niño Rey de Reyes. El pase del Niño se inició a las 9:00 y se prevé que concluirá después de las 16:00 debido a la masiva participación de comparsas.
Cerca de las 11:00, el Rey de Reyes salió de la iglesia de la Loma de Quito (Centro de Riobamba) en brazos de la prioste de este año, Norma Segura. La imagen vistió un traje blanco con hilos de plata y decoraciones de perlas, además de sus accesorios de oro macizo (un cáliz, un copón y una corona).
En las calles céntricas de Riobamba, centenares de espectadores se apostaron en las veredas para mirar el paso de la imagen y las más de 180 comparsas que participaron en el desfile. Los devotos de la imagen llegaron de todas las ciudades del país.
“Nunca me pierdo el pase del Niño, pienso que es una de las tradiciones más hermosas que tiene el país y solo en Riobamba se puede mirar algo así”, contó Mónica Bejarano, quien llegó desde Quito para observar el desfile que recientemente fue declarado patrimonio cultural de esa ciudad.
La tradición tiene personajes que solo actúan una vez al año y que surgieron en la época de la Colonia como un homenaje al Rey de Reyes. Según la historia recopilada por la Familia Mendoza, propietarios de la imagen, el pase del Niño se cumple cada año desde 1797.
Los diablos de lata, danzantes, payasos, sacha runas, curiquingues, perros y monos son algunos de los personajes tradicionales del Pase del Niño. Cada uno se caracteriza por una vestimenta singular y por el rol que cumplen durante las festividades. Además, representan la simbiosis cultural que surgió con el mestizaje.
El sacha runa, por ejemplo, es para la cosmovisión andina un espíritu sagrado, protector del páramo, del bosque y de todos los seres vivos que habitan ahí. Originalmente, su traje estaba forrado de musgo, pero debido al daño ambiental que causaba esa práctica ahora visten con fibras de cabuya.
Este no es el único personaje sagrado para la cultura andina que participa en la fiesta. El curiquingue, un personaje que viste penachos altos en forma cónica y alas decoradas, representa al ave del mismo nombre.
El diablo de lata es uno de los protagonistas del Pase del Niño y solo se lo puede mirar en Riobamba. La tradición nació en el barrio Santa Rosa, cuando un grupo de hojalateros quiso homenajear al Rey de Reyes vistiendo un traje elaborado por ellos mismos.
La elegancia de sus pasos de baile, su trenza tejida de cabuya y el sonajero que lleva en sus manos son sus características más destacadas. “Dicen que quien baila como diablo una vez, debe hacerlo por siete años, sino el mismo diablo aparece y se lo lleva”, cuenta Segundo López, un bailarín.
Este año los organizadores registraron más comparsas participantes. “Solo los que se inscribieron fueron más de 180 grupos, pero hoy llegaron más comparsas que no constaban en los registros y se sumaron al desfile”, contó Juan Carlos Acosta, parte del Staff de logística.
El tránsito en el centro estaba paralizado hasta las 13:30 y un gran operativo policial se desplegó para descongestionar el tránsito por vías alternas.