La circulación vehicular aumentó por la vía Santo Domingo-Las Mercedes-Los Bancos. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO
El cierre de la vía Alóag-Santo Domingo y el funcionamiento parcial de las carreteras alternas en el noroccidente de Pichincha y la Sierra centro impactó en los usuarios.
Desde el lunes (19 de febrero del 2018) ha habido un incremento de los pasajes de los buses interprovinciales, los viajes demoran más, disminuyeron los usuarios en las terminales terrestres y llegan menos comerciantes a las ferias.
El pasaje entre Quito y Santo Domingo subió de USD 3,50 a 5. En la terminal terrestre tsáchila, las tres cooperativas que cubren esa ruta cobran ese valor, desde que empezaron a viajar por la vía Las Mercedes-Los Bancos, ya que la Alóag está cerrada en el km 54, donde hubo un deslave , el domingo.
Edwin Paz, supervisor de la terminal, dijo que el incremento se justifica, porque la ruta hacia el noroccidente de Pichincha es más larga. Carlos Argüello, conductor de un bus de la cooperativa Zaracay, explicó que el viaje puede durar 3 horas 30 minutos . Por la Alóag son de dos horas y media a tres.
Los pasajeros de Santo Domingo pagan ahora USD 5 de tarifa por un viaje a Quito. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO
Paz comentó que el plan de contingencia consistió en ver otras vías y que las cooperativas garanticen los viajes.
La cooperativa Alóag se acogió a esta medida con sus 34 frecuencias que atiende a diario, entre las 03:00 y 21:30.
Los conductores de carga pesada también aumentaron sus tarifas del flete. Galo Jaramillo moviliza dos días a la semana carga de plátano desde Santo Domingo hacia el mercado Mayorista de Quito. Señaló que ese flete costaba USD 80 por la Alóag, pero por la Calacalí subió 60 adicionales a sus clientes. “Debo cruzar casi todo Quito para ir por la Calacalí. De vuelta es lo mismo porque ingreso por el norte y luego al sur. Son casi 90 kilómetros más de viaje”.
En el caso de la Sierra centro, cuatro de los 14 buses interprovinciales, que tienen sus destinos a Esmeraldas y Santo Domingo, no salen llenos desde la Terminal Terrestre de Ambato. En ambas ciudades se desarrollan las ferias de productos los viernes y sábados, respectivamente.
Los directivos de las Cooperativas de Transporte Interprovincial CITA y Ambato decidieron que sus asociados cumplieran sus recorridos por las rutas alternas de “manera voluntaria”, por el cierre de la Alóag. De esa manera se precautela la seguridad de los buses, conductores y ayudantes, ya que deben circular por la vía Latacunga – La Maná, que también sufre constantes deslaves.
El chofer de la cooperativa CITA, Segundo Poaquiza, se animó a viajar ayer (23 de febrero) a las 10:00 entre Ambato – Santo Domingo – Esmeraldas.
Los oficinistas informaron a los usuarios que el trayecto demoraría hasta seis horas y no cuatro, el tiempo normal de viaje hasta La Maná y Quevedo. El pasaje para llegar a Santo Domingo subió de USD 5 a 7 y a Esmeraldas de USD 9,50 a 11,50. Luego de la advertencia, solo 15 personas decidieron trasladarse a Esmeraldas. “El consumo de combustible aumenta cuando se va por La Maná y hay problemas con los choferes de esa zona, porque no nos permiten llevar pasajeros”, aseguró Poaquiza.
Los transportistas informaron que los comerciantes de legumbres, zapatos, ropa y otros artículos viajan en horas de la noche y madrugada a Santo Domingo y Esmeraldas.
El jueves salió uno de los tres buses de la cooperativa Ambato a Esmeraldas, bajo una intensa lluvia. “Unos 30 vendedores (ropa y zapatos) se arriesgaron a salir este viernes; cuando no hay estos problemas los buses de la tarde y noche salen llenos. El invierno es un problema de todos los años y los usuarios se arriesgan a hacer transbordos”, indicó la oficinista de la Cooperativa Ambato, Verónica Velasteguí.
Normalmente, seis buses (cada uno con 40 pasajeros) de las dos cooperativas salen llenos los jueves y viernes.
Rodolfo Vega viajó a Quevedo la mañana de ayer con una maleta y un costal con 100 pares de zapatos deportivos. El comerciante debía entregar parte de la mercadería en la ciudad fluminense y otra en la parroquia Quinsaloma del cantón Las Naves, en Bolívar.