A Guillermo Celi le delegaron la responsabilidad de dialogar con fuerzas políticas. Foto: Archivo / EL COMERCIO
A seis días de la convocatoria a elecciones y a siete del inicio del proceso de inscripción de candidaturas, el movimiento SUMA dilata su definición política.
Hasta ayer aún no se conocía la fecha en que su directiva nacional se reuniría con todos los directores provinciales para tomar decisiones con respecto de las alianzas para los comicios generales del próximo año.
El movimiento del alcalde de Quito, Mauricio Rodas, ha mantenido conversaciones con representantes de al menos tres alianzas de oposición: Compromiso Ecuador, a través de Creo; Convergencia Democrática por la Unidad, de la que Rodas fue fundador; y en las últimas semanas con Paco Moncayo, el presidenciable del Acuerdo Nacional por el Cambio.
Moncayo afirma que han sido varios los diálogos entre él y Rodas y se han logrado “resultados positivos, ha habido aproximaciones en temas importantes”. Según Moncayo, el lunes Rodas acordó consultar con el movimiento. Ahora, el presidenciable solo espera la respuesta final. En principio, SUMA apoyaría a la ID.
Por ahora no se sabe si este apoyo se reflejaría en una adhesión de SUMA a la alianza a la que representa Moncayo. Pero el General en servicio pasivo aclaró que “el Acuerdo es muy flexible” en ese aspecto y que no habría problema si SUMA solo apoya su candidatura sin entrar a la alianza de centroizquierda. “En las provincias se necesita una flexibilidad para poder lograr acordar listas únicas y lograr éxito. La idea inicial es que haya la unión y luego ver temas prácticos”.
Para el analista político y catedrático de la Flacso, Santiago Basabe, SUMA tiene un gran déficit que causa esa indecisión. Se trata de una falta de definición de su identidad política. “Falta un posicionamiento ideológico claro y eso, al final, podría traerle problemas”.
Se pensaría que está colocado al centro, un poco hacia la derecha, -añade Basabe- y en ese sentido sería más natural que el movimiento se vaya con Guillermo Lasso (Creo) o Cynthia Viteri (Partido Social Cristiano). “Pero la posibilidad de que apoye la candidatura de Moncayo afianza más esta debilidad en torno a SUMA”.
Wilma Andrade, presidenta nacional de la Izquierda Democrática (centroizquierda), principal promotora de la candidatura de Moncayo, considera que no habría un impedimento.
Andrade ve a SUMA como un movimiento de centroderecha y el partido naranja ha planteado “una aproximación a posiciones no extremas. Ellos se han definido como centroderecha y no extremo. Además se plantea una propuesta legislativa que no es lo mismo que un plan de gobierno”.
Pero SUMA es un movimiento “de centrocentro”, según Héctor Yépez, presidente de Suma en Guayas, porque la tienda política le da igual importancia “a lo social como al sector privado”.
Aclaró que las directivas provinciales del movimiento están esperando la convocatoria para la reunión nacional en la que se espera que se tome una resolución final sobre el futuro político inmediato de la tienda política.
Este Diario intentó comunicarse con Guillermo Celi, presidente nacional de SUMA y cabeza de las negociaciones políticas, para conocer cuándo se realizará esta reunión y cuál es la perspectiva del movimiento, pero no recibió una respuesta.
Sin embargo, Yépez consideró que la cercanía de la fecha de inscripción de candidaturas no es un problema. “Las inscripciones se cierran en noviembre (el 19). Estamos dentro de los tiempos y nuestra prioridad no es quién anuncia más rápido sino tomar una decisión responsable y consciente”.
Pero Basabe señala que el factor temporal empieza a ser adverso para SUMA. “Apoyar a un candidato no debería demorar más de la siguiente semana, porque luego de eso vendrá la negociación para Asamblea”. Las fuerzas políticas tienen algo más de un mes para definir sus listas para el Legislativo.
Esta demora, según el analista, podría deberse a que es una organización relativamente nueva. “Se puede inferir que está respondiendo a una búsqueda de la mejor opción para lograr espacio electoral en el 2017, lo cual es normal en cualquier país”.