Celebración del Taita Carnaval en la parroquia Baños, en el sur de Cuenca. Foto: Lineida Castillo / EL COMERCIO
Las parroquias rurales de la capital azuaya, en el sur del Ecuador, adelantaron los festejos culturales del Carnaval. Tarqui, El Valle y Baños fueron las parroquias que concentraron gran afluencia de cuencanos y visitantes en la celebración del Taita Carnaval, este domingo 31 de enero del 2016.
Casi de forma simultánea, los coloridos desfiles se iniciaron pasadas las 10:00 con la participación de barrios, comunidades, asociaciones, centros educativos, juntas de regantes… Carros alegóricos ricamente adornados con frutas, danzantes lanzando espuma carnavalera sin parar y las bandas de pueblo pusieron la alegría y contagiaron de los juegos a los presentes.
La Dirección de Cultura del Municipio de Cuenca realizó la Ruta Carnavalera por las tres parroquias. Grupos de autoridades y personas particulares recorrieron Tarqui, El Valle y Baños, para promover el turismo cultural y rescatar las tradiciones ancestrales de esta fiesta que se mantienen entre los indígenas y campesinos.
En estos desfiles casi nadie escapó de la espuma, la maicena y el agua en los rostros que ponían los taitas carnavales de cada organización presente. Este personaje mítico de la cultura cañari simboliza el espíritu de la montaña y trae consigo el augurio de una buena o mala cosecha para las familias.
Baños, por ser centro turístico más importante de Cuenca, recibió a decenas de turistas de otras ciudades que llegaron para disfrutar de las aguas termales de la zona. Por ejemplo, la familia orense Betancourt Ramos presenció todo el desfile y se fotografió con casi todas las comparsas.
Judith Ramos dijo que aprovecharon este fin de semana para vacacionar porque ya concluyeron las clases en la Costa. “Acá el Carnaval es más bonito porque se rescatan las expresiones culturales y las tradiciones ancestrales de los antepasados, alrededor de esta fiesta. Eso tiene un valor especial”, dice.
Este sábado 30 y domingo 31, las riberas de los ríos también soportaron una importante afluencia de familias que llegaron para compartir momentos de alegría y diversión con los juegos tradicionales. Hubo la presencia de la guardia ciudadana y policía en los sitios de concentración masiva de personas.