Redacción Ibarra
La imagen de abandono del barrio La Victoria, en Ibarra, cambió en los últimos tres años. Las quebradas, parques infantiles y espacios verdes, convertidos en basurales, se remozaron y recobraron vida. Cristina Estrada, vecina del lugar, recuerda aquellos tiempos, con angustia. “Nos daba tristeza vivir en medio de la podredumbre”.
Todo cambió desde 2007, cuando los vecinos empezaron a asistir a las asambleas del Presupuesto Participativo del Municipio. Estrada reconoce que al inicio pensó que esas reuniones no iban a arrojar resultados. Con el paso de los días comprobó que podía expresar sus necesidades. “Lo mejor fue cuando ya llegó el dinero”.
El presupuesto
El Municipio de Ibarra asignó, en este año, USD 2 993 000 para el Presupuesto Participativo de las 12 parroquias urbanas y rurales. Las obras ya fueron definidas en la asamblea cantonal que se realizó en septiembre de 2008.
Las parroquias que alcanzaron el mayor presupuesto para 2009 son San Antonio, El Sagrario y Caranqui (USD 259 834, cada una). Le siguen San Francisco, Alpachaca y El Priorato, con USD 257 000. Les siguen La Esperanza, La Carolina, Angochagua y Salinas.
La próxima semana, los presidentes de las juntas parroquiales asistirán una asamblea para analizar el tema.Entre septiembre y diciembre del año pasado, en La Victoria, uno de los 35 barrios de la parroquia San Francisco, se organizaron asambleas mensuales. El propósito fue definir las necesidades prioritarias.
A cada reunión asistieron 60 vecinos. Al final del ciclo de reuniones, se acordó pedir la rehabilitación de las riberas del río Tahuando. También un plan de reforestación y la construcción de un parque infantil.
“Sin el Presupuesto Participativo hubiera sido imposible todo esto”, dice Estrada, mientras observa las piruetas de los niños en la cama elástica, el tren, los columpios, llantas…
En la parroquia Salinas, el Presupuesto Participativo ayudó a consolidar uno de los proyectos más ambiciosos de la comunidad. Ese dinero sirvió para activar una ruta turística que incluye un paseo en ferrocarril, la visita al Museo de Sal y la adecuación de locales para atender a los turistas. Este circuito ha generado fuentes de empleo y abrió el acceso a la capacitación.
En 2003, el Municipio impulsó el proceso de Participación Ciudadana y el Presupuesto Participativo. Este modelo de gestión social se financiaba con la Ley del 15%, que asignaba el Estado al Cabildo ibarreño, los aportes del presupuesto municipal y ayuda externa.
El ex alcalde Pablo Jurado aseguró que en dos años se financiaron obras por USD 8 millones.
Las parroquiales beneficiarias fueron Caranqui, San Francisco, Priorato, El Sagrario y Yahuarcocha, en la zona urbana. En la zona rural, las obras llegaron a Ambuquí, Angochagua, Lita, La Esperanza, Carolina, San Antonio y Santa Catalina de Salinas.
El modelo está en riesgo, luego del cambio de mando en el Municipio. Desde agosto, el alcalde Jorge Martínez aún revisa las peticiones de las parroquias.
Hasta ahora, las 12 juntas parroquiales no han recibido una parte de los casi USD 3 millones que esperaban para las obras aprobadas en las asambleas.
“Estamos preocupados por la demora en la entrega de esos recursos. Este proceso tiene su trayectoria y gracias a él se ejecutaron obras importantes”, aseguró Jorge Camués, presidente de la Asamblea Cantonal de Ibarra.
Una inquietud similar tiene Julio Barahona, presidente del Consorcio de Juntas Parroquiales. Según él, en este mes ya se debe fijar el presupuesto para 2010, pero aún no han tenido acercamientos con el nuevo Burgomaestre de la ciudad.
En el Municipio ibarreño se sabe de la incomodidad que existe en las parroquias. Gioconda Benavides, directora de Macroprocesos de Participación Ciudadana (antes denominada Unidad de Participación Ciudadana), aseguró que la inquietud de los presidentes parroquiales es un tanto exagerada.
En su opinión, el Presupuesto Participativo sigue vigente. “El problema es que no hay recursos para sostenerlo”. La funcionaria denunció que la anterior administración, por causa de la emergencia en el relleno sanitario, utilizó una parte de ese dinero.
La noticia puso en alerta a los vecinos de las parroquias. En La Victoria, Cristina Estrada y el presidente de la Junta Parroquial de San Francisco, Ramiro Páez, no saben con exactitud lo que ocurrirá con los proyectos presentados al Municipio.