Cura de Guápulo detenido por abuso sexual a niña: 'Cosquillitas le hice'

En este lugar fue detenido el sábado el religioso; ayer un grupo de policías se encontraba en ese lugar. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

En este lugar fue detenido el sábado el religioso; ayer un grupo de policías se encontraba en ese lugar. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

El sábado 2 de febrero del 2019 fue detenido el sacerdote católico, párroco de Guápulo, por el abuso sexual de dos niñas. El 4 de febrero, policías recorrieron el lugar donde una turba intentó lincharlo. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

“Yo no estoy diciendo que la niña ha mentido…”. Con esas palabras responde el cura párroco de Guápulo a la grabación con una cámara cuando policías intervienen en medio de un intento de linchamiento la noche del sábado 2 de febrero del 2019. “Lo que pasa es que le hice cosquillas, cosquillitas le hice como suelo hacer a los guambras ahí y hasta saben reírse”, continúa el sacerdote católico en el video.

En Guápulo hay indignación. El párroco de ese barrio patrimonial de Quito fue detenido por la denuncia de abuso sexual a menores.

El cura, tras ser detenido por la Policía, fue sometido a una audiencia de Flagrancias. La Fiscalía lo acusó y la Justicia ordenó su prisión preventiva. El anuncio lo hizo la ministra del Interior, María Paula Romo: “Habría agredido a dos hermanas de 10 y 14 años (...) Sociedad y Estado vigilantes para que se den las más duras sanciones para los agresores sexuales”.

“La madre de la niña de 10 años manifestó que hubo roces en las partes íntimas y al existir la denuncia se procedió a la aprehensión”, señaló un policía asignado a Guápulo. La denuncia refiere que el hombre también intentó besar a la hermana, de 14 años.

Los padres solo esperan Justicia; igual que los familiares de Martha, de Evelyn, de Gloria... víctimas de violación en Quito. Todos los casos llegaron a las oficinas judiciales.

Solo en enero del 2019, la Fiscalía recibió 10 denuncias diarias de violación, 14 por abuso y tres por acoso en Ecuador. Los investigadores han recibido quejas por ocho tipos de delitos sexuales. Entre enero del 2017 y enero del 2019, en los despachos fiscales están acumulados 24 680 denuncias.

Los expedientes están apilados unos sobre otros en el escritorio de la fiscal de género Consuelo Tipán. Uno de los casos que maneja es el de Martha, víctima de una violación grupal en un bar de Quito, la tarde del domingo 13 de enero del 2019. La investigación de esta causa se cerrará el 13 de febrero. Ayer, en la Fiscalía de Pichincha se realizaron nuevas diligencias, como la ampliación de versiones del padre de la joven y de una de las amigas.

Solo en el despacho de Tipán hay 5 000 investigaciones pendientes y a diario llegan más. La funcionaria dice que por la sobrecarga de trabajo no ha podido revisar ni las carpetas que ingresaron hace dos años.

En el 2014, una niña de 3 años fue víctima de un delito sexual. Su madre trabajó dos años como empleada doméstica en una casa. El jefe les construyó un cuarto para que vivieran ahí. Incluso cuidaba de la niña.
Pero un día, él le pidió que comprara víveres en el mercado y cuando regresó vio a su hija acostada en la cama.

La madre dice que observó al hombre mientras le tapaba los ojos y le topaba las partes íntimas. Ese día, la mujer lo denunció en la Fiscalía de Santo Domingo. Los agentes dijeron que se trataba de un atentado contra el pudor. Según el Código Penal anterior (art. 504), ese ilícito se paga con cárcel de cuatro a ocho años. Cinco años después, el caso sigue en fase inicial de la investigación, pues cuatro fiscales que tomaron el expediente aseguran que no hay pruebas para seguir.

La fiscal general (e), Ruth Palacios, dijo a este Diario que los despachos de las fiscalías provinciales están abarrotados de denuncias. “Las unidades de violencia de género manejan entre 4 000 a 8 000 expedientes”. Asegura que este año, el Gobierno ha destinado más recursos para estas unidades.
En el 2012, en la Fiscalía de Pichincha había cuatro unidades especializadas en género. Ahora hay 19. Los funcionarios coinciden en que la carga de trabajo es “muy fuerte”.

Los familiares de Diana Carolina quieren que el crimen no quede en la impunidad y que se agiliten las indagaciones. Ayer, sus familiares pidieron a la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea que este femicidio, perpetrado pese a que policías acudieron a la emergencia y no se percataron cuando su pareja sacó un cuchillo. El hombre la mantuvo como rehén por 90 minutos, mientras caminaba por las calles de Ibarra, hasta que la apuñaló frente a policías que lo acompañaron en todo el recorrido.

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