Hombre que se accidentó en parapente conoció a sus rescatistas

16 bombero participaron del rescate de Eduardo Queszpas cuando este cayó aproximadamente 25 metros. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

16 bombero participaron del rescate de Eduardo Queszpas cuando este cayó aproximadamente 25 metros. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Eduardo Queszpas, de 48 años, conoció la tarde de hoy, martes 24 de abril del 2018, a 16 héroes anónimos que le salvaron la vida. Él había solicitado conocer a los casacas rojas que lo auxiliaron. 

El 2 de abril del 2018, el hombre sufrió un severo accidente mientras hacía una práctica de parapente en Lloa, parroquia rural del Distrito Metropolitano ubicada en el suroccidente de Quito.

Un fuerte viento hizo que las alas del parapente se cierren y causen su estrepitosa caída.

El hombre se precipitó aproximadamente 25 metros, quedando muy mal herido. Un sobrino lo acompañaba ese día y tras ver el accidente llamó inmediatamente al ECU 911.

Un total de 16 bomberos se movilizó vía aérea y terrestre para poder rescatar a la víctima. Una vez que lograron sacarlo del lugar, lo trasladaron a una casa de salud.

Generalmente su trabajo concluye ahí, pues ellos no realizan un seguimiento de las personas que han rescatado, así lo comentó el capitán Esteban Cárdenas, jefe de operaciones del Cuerpo de Bomberos de Quito.

Sin embargo, en este caso, por pedido de Queszpas, las cosas fueron diferentes.

"Pasé un mes en el hospital recuperándome de todas las heridas y cuando salí agradecí a los médicos por el trabajo que hicieron, pero me faltaba agradecer a quienes fueron los primeros en salvarme la vida", comentó el hombre.

Su deseo de conocer a quienes participaron en el rescate se hizo realidad.

En la estación de bomberos del parque Bicentenario se llevó a cabo el emotivo encuentro.

Eduardo Queszpas saludó a los casacas rojas que lo atendieron en el accidente de parapente. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Una vela fue el regalo de agradecimiento que Queszpas llevó para cada uno de los bomberos que lo rescataron.

"Es un detalle que no tiene valor económico, pero que significa mucho, porque gracias a ellos la luz de mi vida no se apagó", mencionó el hombre.

Por su parte, los bomberos le entregaron una placa de bombero honorífico, pues aseguraron que durante este año de recuperación Queszpas ha demostrado mucha tenacidad.

Hace tres meses dejó la silla de ruedas y ahora está ansioso de volver a recuperar por completo su movilidad.

Suplementos digitales