‘Paquetazo’ al consumidor

Los precios del papel higiénico, toallas sanitarias, pasta dental, pañales desechables, desodorantes, protector solar, servicios judiciales, etc., contribuyeron para que la inflación de febrero pasado fuera una de las más altas de los últimos siete años.

Estos productos forman parte de un grupo de bienes y servicios denominado ‘diversos’, que está presionando la inflación desde inicios de año.

En la misma línea están otros productos de transporte como automóviles, motos, lubricantes, baterías y servicios de lavado o ABC del vehículo.

La inflación anual en el país ya está sobre el 4% y es de esperar que se incremente los próximos meses, debido a los mayores aranceles que el Gobierno decidió aplicar desde hoy a buena parte de los productos importados.

La inflación reduce el salario de la gente y tiene un impacto mayor en las personas de menores ingresos, quienes solo pueden escoger entre comprar producto nacional o pagar más por lo importado. Las personas que viajan, en cambio, tienen una doble ventaja: compran con un dólar más fuerte -lo que equivale a más bienes- y acceden a productos más baratos.

Como la mayoría de personas está en el primer grupo, lo que se viene es una restricción al consumo y mayores precios por la importación de alimentos, útiles escolares, electrodomésticos, juguetes, perfumes, motos, artículos deportivos, ropa, calzado, televisores, licores, muebles, cigarrillos, cerámica, adornos, etc., cuyos aranceles subirán hasta en 45% adicional.

Los productos de esta lista son considerados ‘suntuarios’ por las autoridades del Régimen, repitiendo el discurso del 2009, cuando una autoridad del Banco Central señaló que las clases más pobres no deberían comprar electrodomésticos porque enriquecen a los importadores.

Bajo esa lógica, las autoridades solo se reunieron con los empresarios antes de decidir la sobretasa arancelaria, con el fin de proteger a la industria local, pero dejando que el consumidor pague el ‘paquetazo’.

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