Ana María Pesantes y el ministro de Cultura, Juan Fernando Velasco, aceptaron la precandidatura presidencial. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
El proceso de aceptación de precandidaturas, que culminó ayer, 2 de septiembre del 2020, confirmó a 16 postulantes para la Presidencia de la República. Pero la intensa jornada en el Consejo Nacional Electoral (CNE) termina este jueves, 3 de septiembre del 2020 con el registro de las alianzas electorales. Hasta la tarde de ayer apenas se había inscrito una a nivel país.
Solo dos no aceptaron sus nominaciones: Washington Pesántez, de Unión Ecuatoriana; y, Cristina Reyes, del Partido Social Cristiano. La legisladora declinó el pasado lunes a su postulación tras el acuerdo para apoyar a Guillermo Lasso, de Creo. Ayer, la asambleísta aceptó la candidatura para el Parlamento Andino.
En tanto, hasta el cierre de esta edición, no llegó al CNE Miguel Salem, presidenciable de Fuerza Ecuador. El último binomio en ir al CNE fue el de Construye, ex Ruptura, integrado por Juan Fernando Velasco y Ana María Pesantes. Velasco, quien está al frente del Ministerio de Cultura, dijo que cumplieron con el trámite de aceptación de la nominación, pero no aseguró si inscribirá a la fórmula presidencial para la siguiente fase electoral.
En todo este proceso, Ximena Peña, de Alianza País, es la única figura femenina que busca llegar a Carondelet.
Pero ¿qué demostró el proceso de aceptación de candidaturas? El analista político Oswaldo Moreno cree que dejó tres grandes frentes: un correísmo que busca consolidarse, una izquierda representada por los indígenas que se presenta expectante y una derecha que unió sus esfuerzos.
“Ahora Lasso deberá legitimar ese liderazgo en esa coalición; el correísmo escogió a Andrés Arauz, aunque no es su mejor carta, les garantiza la agenda de retorno del líder; el sector indígena se proyecta como la sorpresa y protagonista”, explicó Moreno.
Los dirigentes y candidatos para asambleístas nacionales y parlamentarios andinos de Unión Ecuatoriana. Foto: Andrés García/ EL COMERCIO
No obstante, advirtió que se debe mirar hacia otras candidaturas porque podrían “hacer un gran papel” y no deben quedar subestimadas. Sin embargo, cree que aún puede haber bajas en las postulaciones durante el proceso oficial de inscripción de candidaturas que arrancará el 18 de septiembre.
Para el experto en material electoral, Esteban Ron, se puso en manifiesto el pensamiento hegemónico de autoconsideración y ego por parte de los actores políticos para no concretar alianzas.
Según el CNE, hasta ayer únicamente estaba registrada la alianza entre Concertación y el Partido Socialista. En cambio, el PSC y Creo tienen previsto sellar su unión para la Presidencia hoy al mediodía, confirmó ayer Pascual del Cioppo, presidente de la lista 6.
Ron cree que las únicas alianzas planteadas y que se pueden considerar con fuerza electoral responden a una reacción al momento actual, para intentar consolidar un electorado disperso y focalizarlo de acuerdo al ámbito de las organizaciones políticas.
La legisladora Wilma Andrade, quien busca la reelección con la lista 12, afirmó que la organización resolvió que se intensifiquen los diálogos para alcanzar alianzas con cualquier movimiento, excluyendo a la derecha y al correísmo.
En tanto, solo el correísmo aún no había confirmado su candidatura para la Vicepresidencia. Intentaron forzar la aceptación de Rafael Correa para ese cargo, mediante un poder notarizado, la firma electrónica y a una conferencia telemática del exmandatario. Sin embargo, el delegado del CNE no aceptó ese trámite y no entregó el acta de proclamación de la precandidatura.
Días atrás, la presidenta del organismo electoral, Diana Atamaint, comentó que según el artículo 11.1 del reglamento, en caso de fallecimiento, renuncia, inhabilidad física o mental de un precandidato, los cambios se realizarán conforme los procedimientos establecidos en sus estatutos.
Enrique Menoscal, director nacional de CD, aseguró que la Ley es clara en cuanto al posible reemplazo. No obstante, indicó que insistirán en el registro de Correa. Si no es aceptada, tendrán 72 horas para cambiar de candidato.
El reglamento del CNE, vigente desde el 2012, establece que las candidaturas que salgan de las primarias deben ser aceptadas en persona por los postulantes. Eso ha complicado a Correa y a otros políticos que tienen procesos penales.
Correa tiene orden de prisión preventiva por el secuestro de Fernando Balda y enfrenta una pena de ocho años por cohecho en el caso Sobornos, que espera la casación. De hecho, si regresaba a aceptar su candidatura, habría sido apresado y no hubiese podido ir al CNE a ese trámite.
Hasta el cierre de esta edición, el expresidente Abdalá Bucaram Ortiz no llegó a la Dirección de Organizaciones Políticas del CNE para aceptar la candidatura a asambleísta nacional por FE. Bucaram es procesado por supuesto tráfico de armas, tráfico de bienes patrimoniales y delincuencia organizada. Cumple arresto domiciliario y no se le permitió viajar de Guayaquil a Quito para aceptar la candidatura.
Otro que corrió la misma suerte fue el secretario de inteligencia, Pablo Romero, quien está encarcelado por el secuestro de Fernando Balda.
Quien sí pudo aceptar la candidatura fue el correísta Virgilio Hernández, quien está procesado por supuesta rebelión, por los hechos de octubre del 2019. Él participa en la contienda para el Parlamento Andino por Centro Democrático y porta grillete electrónico.