El papa Francisco visitó Guayaquil este lunes 6 de julio del 2015. Foto: EL COMERCIO
A las 17:08 despegó de Guayaquil con destino a Quito el avión de Alitalia que traslada al papa Francisco en su visita oficial a Ecuador, tras una agenda de 7 horas y 26 minutos en suelo guayaquileño.
El papamóvil llegó hasta instancias mismas de la escalera de la aeronave en la Base Aérea Simón Bolívar, norte de Guayaquil. El Sumo Pontífice evitó ingresar a la sala de preembarque pues al parecer las elevadas temperaturas y la humedad lo habían indispuesto un poco de salud, por lo que se aceleró su salida, según informó personal del operativo de seguridad.
La orden de ingresar en el papamóvil hasta la pista provocó que cambiara la disposición de los 300 niños que lo despidieron, miembros de la iglesia de la ciudadela la FAE e hijos de militares de la Fuerza Aérea Ecuatoriana.
Carlos Andrés Domínguez, un niño en silla de ruedas designado para entregar un presente al Pontífice, tuvo que dejar la sala de embarque y fue llevado hasta un lado de la pista.
El papamóvil debía recorrer los 12 kilómetros entre el Colegio Javier y la Base Aérea a una velocidad de 20 kilómetros por hora, pero se lo vio llegar por la avenida de las Américas a una velocidad superior, de entre 40 y 50 kilómetros por hora.
A pesar de los supuestos problemas de salud, Francisco, de 78 años, afrontó de pie su recorrido final por la ciudad y saludó de buen talante a los feligreses, que a su paso le lanzaron flores, peluches, sombreros y hasta tapetes, que la seguridad trasladó al final del papamóvil al avión. El paso del vehículo desató a la algarabía de los guayaquileños.
A su llegada a la Base Aérea a las 16:40, Su Santidad lució sonriente, aunque bronceado. Saludó y bendijo en repetidas ocasiones a los niños, e incluso a los trabajadores del aeropuerto.
Carlos Domínguez, de 13 años, que sufre una parálisis cerebral que afecta sus miembros inferiores pudo entregarle a Su Santidad una caja azul con un sombrero de paja toquilla y una carta de su puño y letra.
“Fue increíble, le entregué la caja y le dije ‘recibe este presente de parte de todos nosotros y de todos los ecuatorianos’, después me dio la mano y me dio la bendición”, le contaba emocionado a sus padres Carlos, que sueña con ser periodista. “En la carta le pedí que ore por mi primito (Julián Cisneros) que está enfermito con distrofia muscular”, agregó.
El Airbus A330-200 de Alitalia aterrizó en el aeropuerto internacional José Joaquín de Olmedo a las 09:43 de este lunes, unos minutos antes de lo previsto y dejó la ciudad también unos minutos antes pues la salida estaba prevista para las 17:10.