Roma. AFP
Benedicto XVI, de 82 años, fue intervenido ayer en Aosta (en el norte de Italia) con anestesia local. El Papa fue operado a causa de una fractura en la muñeca.
La operación salió bien y luego el Papa salió del hospital sonriendo y saludando con la mano izquierda. Más tarde, regresó a su residencia de verano.
Benedicto XVI tenía un yeso en su muñeca derecha, según imágenes difundidas por la TV. El Vaticano aseguró que el estado de salud del Pontífice es bueno.
El Jefe de la Iglesia Católica fue operado ayer, después de que le hicieron una radiografía de la muñeca. Esta reveló una fractura que se hizo al caer en su dormitorio, el jueves al anochecer.
El Papa fue operado con anestesia local, según una fuente médica citada por los medios, y no con anestesia general, como se había informado inicialmente.
Según los medios italianos, el Papa fue sometido a un chequeo completo, un procedimiento normal debido a su edad.
El Vaticano indicó que Benedicto XVI celebró misa y desayunó antes de acudir al hospital, donde se diagnosticó la fractura de la
muñeca, que fue inmovilizada.
“No hay ninguna razón para preocuparse”, indicó su portavoz, el padre Federico Lombardi.
Las fuentes del Vaticano consultadas por los medios italianos excluyeron que el Papa hubiese sufrido un desmayo, y afirmaron que se había resbalado.
Benedicto XVI se habría resbalado al salir del cuarto de baño la noche del jueves y fue el dolor creciente lo que lo llevó al hospital. Periodistas presentes vieron al Pontífice de origen alemán entrar caminando a la casa de salud.
El Papa había viajado el 13 de julio a esta región del norte de Italia, para pasar sus vacaciones en Les Combes d’Introd, a 20 km de Aosta. Es el primer problema de salud del Pontífice que se hace público desde que sucedió a Juan Pablo II, en abril de 2005.
La Santa Sede habitualmente no publica boletines de salud del Papa, excepto en caso de enfermedad o de accidente.