El papa emérito Benedicto XVI, que cumple 91 años en abril, escribió una carta a un diario italiano en el que asegura que “se está preparando para la muerte” Foto: Archivo/ AFP
El papa emérito Benedicto XVI, que cumplirá 91 años en abril, escribió en una carta al director publicada en el diario de Italia, Corriere della Sera, que se prepara para su último viaje.
“En el lento debilitamiento de mi fuerza física, interiormente estoy en peregrinación hacia la Casa” del Señor, escribió Joseph Ratzinger al diario, que le había informado de la preocupación de numerosos lectores sobre su estado de salud.
En la publicación de este 7 de febrero del 2018, el Papa emérito se declaró emocionado de que “tantos lectores deseen saber como va este último periodo de (su) vida”.
“Es una gran gracia para mí estar rodeado en este último pedazo de camino, a veces un poco fatigante, de un amor y una bondad tales que no habría podido imaginar”, escribe el alemán.
Benedicto XVI vive actualmente en un monasterio dentro del Vaticano y su sucesor, el papa Francisco, a menudo le rinde tributo. Foto: Archivo/ AFP
Benedicto se retiró en febrero de 2013 alegando su avanzada edad, mientras su pontificado se enfrentaba a acusaciones de nepotismo y corrupción en la burocracia vaticana. Fue el primer Papa en retirarse en más de 700 años. Desde entonces vive en un monasterio dentro del Vaticano y su sucesor, el papa Francisco, a menudo le rinde tributo.
Desde su revolucionaria dimisión, Benedicto XVI vive su jubilación en compañía de cuatro religiosas y de su secretario personal Georg Gänswein.
Este último anunció hace dos años que el Papa emérito se estaba “apagando como una vela, lenta y serenamente”.
Celebra la misa todos los días, reza mucho, recibe visitas dosificadas y responde a un voluminoso correo. Además, escucha los informativos televisados vespertinos y recibe varios diarios católicos así como publicaciones de teología.
“Ya no controla sus manos, no puede tocar el piano, ve muy mal, pero tiene una lucidez perfecta, se acuerda de todo”, describió el año pasado un alto prelado del Vaticano.