El pago de los fondos de cesantía está suspendido
Redacción Sociedad
La ventanilla 23 de la matriz del IESS, en Quito, dejó de tramitar las solicitudes de cesantía. Este fondo, que cobran afiliados que se quedaron sin empleo, no se devuelve desde inicios de octubre.
En esos días comenzó el cambio del sistema informático y se ofreció que estaría listo a finales de ese mes. Pero ayer las quejas aumentaron cuando los funcionarios anunciaron que la atención se reanudará en diciembre.
Ayer, Marco Arteaga, Diego Basante y Wilson Guamán se unieron y se dirigieron al tercer piso en donde funciona Fondos de Terceros. Los tres llevan un año sin trabajo y hasta ahora no pueden cobrar la cesantía, cuyo monto depende del sueldo que percibían y el tiempo aportado.
Arteaga, quien laboraba como bibliotecario universitario, calcula que tiene USD 1 700 acumulados. Cuando hacía los trámites para cobrar le informaron que hay un cambio en el sistema y que debe esperar. “Es mi plata, estoy endeudado y no puedo cobrar por más que les pido...”.
Cada día, la ventanilla 23 recibe hasta 50 consultas de personas que están en las mismas condiciones. Este Diario conoció ayer que al menos 15 000 personas se desafiliaron del IESS en los dos últimos meses, luego de quedarse sin trabajo. Según el presidente del Consejo Directivo, Ramiro González, el número de afiliaciones no es un indicador del empleo en el país. “Habría que hacer un estudio más amplio para saber cuántos han entrado y cuántos han salido del IESS. Paralelamente por afiliación voluntaria se inscriben personas que no trabajaban”.
Arteaga esperó hasta que lo atendieran en la Dirección Provincial del Seguro. Luego bajó a la ventanilla 23, en la planta baja. Allí estaba Tomás Soria, quien también busca cobrar la cesantía.
Hace dos meses, él quedó desempleado luego de 20 años de laborar como soldador en una empresa metalúrgica. Junto con 49 compañeros más fueron despedidos y la única solución era cobrar la cesantía. “Vine solo con este consuelo, pero me dicen que vuelva en diciembre”.
Igual le dijeron a Leonel Bolaños. El quiteño trabajaba como obrero de una empresa de pinturas, pero le liquidaron con 40 compañeros más. Desde entonces trabaja en un taxi pirata desde las 05:30 hasta las 22:00.
Ayer llegó temprano con su hermana, Olga, para saber si podía cobrar la cesantía, pero le dijeron que en este momento no están tramitando aquello.
González calcula que hasta el 20 de noviembre ya se comenzará a pagar. “Estamos sacando tres productos más (traspaso de hipotecas, pago de quirografarios y entrega de fondos) y no queremos que el sistema colapse”.
Ayer, el funcionario acudió al Hotel Quito para firmar acuerdos con las clínicas privadas, con el fin de que atiendan a los afiliados. Hasta allí acudió Arteaga con un letrero que decía: “IESS por favor pague mi cesantía, llevo un año sin trabajo”. Guamán está igual. La única ayuda económica son las cabinas telefónicas que abrió en el sur de Quito.