Redacción Sociedad
sociedad@elcomercio.com
‘No estamos a favor del Gobierno ni de la Unión Nacional de Educadores (UNE) sino de nuestros hijos”, aclaró Mónica González, madre de un alumno de octavo de básica del colegio Mejía. “Debería estar adaptándose, conociendo amigos y recibiendo clases”.
Fue una entre más de 200 padres y estudiantes concentrados en las calles Vargas y Arenas, ayer, frente a este plantel, con 4 700 alumnos en la sección diurna y
1 000, más en la nocturna.
La convocatoria la hicieron el Consejo Estudiantil y el Comité Central de Padres de Familia, presididos por Iván Ruiz y Sergio Salazar. Un grupo de inspectores de la institución pedía a los reunidos dispersarse. Unos hacían caso y otros repetían: “Queremos volver a clases” y solicitaban a los choferes de autos que piten, en la esquina de la calle Vargas y Ante.
“Mi hijo pierde mucho. Está en tercero de bachillerato y si se gradúa muy tarde no se inscribirá en la universidad. Queremos que mañana (hoy) más padres nos ayuden a exigir que se abran las puertas del colegio. Cualquier discusión del Presidente Correa con la UNE es muy aparte”.
Lo afirmó David Díaz, quien fue recriminado por Fanny Barcia. “Ha de ser del Gobierno”, le sugirió y continuó: “El Presidente debe conversar con los maestros. Cuando me peleo con mi esposo tengo que ceder, buscarlo. A mi hijo le hago leer pero no puede estar todo el tiempo en la casa”.
Mientras padres e hijos planeaban la estrategia para hoy, miembros de la Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador (FESE) y varios dirigentes de la UNE rondaban el lugar.
“Sentimos desesperación como estudiantes de sexto curso, si alargan las clases tendremos dificultades para ingresar a la universidad. Los compañeros de quinto año deben alfabetizar los sábados”, comentó Ruiz. Él convocó a los alumnos y padres de familia a concentrarse hoy, a las 07:00, en el Ministerio de Educación, en la calle Atahualpa y Juan P. Sanz.
Salazar solicitó garantías para que sus hijos asistan a clases, sin la intervención de la UNE ni los grupos FESE, FEUE y JRE. Ruiz apoyó ese pedido y dijo haber recibido amenazas por estar al frente de la idea de volver a clases.
Héctor Piñán, inspector del Mejía, aseguró: “Me parece bien que los papacitos se preocupen, pero que también le digan al Ministro que dialogue con la UNE”.
El Comité Central de Padres de familia del colegio Idrobo, con 3 000 estudiantes, también quiere que se reanuden las labores normales. Tatiana Quelal, la presidenta, contó que la semana pasada pocos maestros con nombramiento y todos quienes trabajan a contrato dieron clases.
Mañana, a las 18:00 se reunirán para definir acciones. Aunque esperaba que la tarde de hoy las clases y no solo la asistencia se hayan retomado en el establecimiento.
Marcelo Flores, presidente de los padres de familia del colegio Femenino Espejo, con 1200 alumnas, indicó que respaldan a otros comités centrales en el pedido de que se reanuden las clases. Sin embargo, confirmó que su institución no plegó a la medida.
Desde el martes 15 de septiembre, hace 21 días, la UNE plegó a la paralización indefinida en todo el país. Objeta las reformas a la Ley Orgánica de Educación y la idea de convertirse en servidores públicos. Perder subsidios como el de antigüedad y el escalafón.
Hoy, a las 10:00, el ministro de Educación, Raúl Vallejo, explicará su proyecto de reformas en la Asamblea Nacional.
Vallejo, consultado sobre la duración de la huelga dijo: Es un paro de la dirigencia del MPD, enquistada en la UNE. Esto (el paro) no tiene ningún futuro y yo mas bien invitaría a que depongan la medida para conversar”.