Padres recorren locales en busca de libros antes del inicio de clases

En Bookpoint, en la Tomás de Berlanga, había filas para adquirir los textos escolares. Foto:Vicente Costales / EL COMERCIO

En Bookpoint, en la Tomás de Berlanga, había filas para adquirir los textos escolares. Foto:Vicente Costales / EL COMERCIO

En Bookpoint, en la Tomás de Berlanga, había filas para adquirir los textos escolares. Foto:Vicente Costales / EL COMERCIO

A una semana del inicio oficial de clases en Sierra y Amazonía (el 3 de septiembre del 2018), los padres de familia adquieren las listas de útiles para sus hijos. Los textos escolares son el rubro que mayor inversión requiere.

Margarita Lugo tiene dos hijos, de 7 y 14 años. El niño acude al Centro Educativo Frau Klier y el adolescente, a la Unidad Educativa ISM. Por libros para matemática, inglés, estudios sociales, ciencias naturales y lenguaje pagó USD 230. Comentó que para los dos ha desembolsado USD 500, pero aún no compra los cuadernos.

El Ministerio de Educación regula lo que se puede gastar en la lista de útiles, textos y uniformes, por alumno. El límite es de USD 386, es decir un salario básico unificado, confirmó Daniel Serrano, subsecretario de Apoyo, seguimiento y regulación de la Cartera.

En este ciclo 2018- 2019, Educación trabajará junto con la Superintendencia de Control del Poder del Mercado, para reiterar que los planteles no tienen fines de lucro. Y recordar la prohibición de sobrepasar los USD 386 en materiales y vestuario, para clases.

“Necesitamos conocer cada caso y verificar. No hemos recibido denuncias de padres que digan que todos los años un plantel exige que se compren libros de cierta casa. No se debería concentrar el mercado (de libros) en una editorial”, respondió.

El Subsecretario señaló que en ocasiones reciben quejas de padres que dicen haber pagado demasiado en textos. Pero luego revisan los gastos y no sobrepasan el monto permitido.

“Una estrategia para regular sería multar a locales”, opina Rosa María Torres, especialista en temas educativos y exministra. Cree que además se debe brindar suficiente información a los padres, “que tengan las reglas del juego claras, que conozcan los costos topes y los caminos para denunciar”.

Las denuncias se pueden hacer a través del 1 800 Educación (338-222). Vía Twitter: @Educacion_Ec y Facebook Ministerio Educación Ecuador.

En el recorrido realizado por este Diario, los padres repitieron que los libros son lo más difícil de conseguir, por precios. Y en algunos casos porque les ha tocado ir de un almacén a otro en busca de algún texto difícil de encontrar. Algunas madres contaron haber importado el libro, vía Internet.

Cada libro cuesta, en promedio, de USD 40 a 80. Buena parte de los padres no cuenta con el dinero en efectivo. Ese fue el caso de Norma Aguilar, a quien su cuñada Adriana Lasluisa le prestó la tarjeta de crédito para enfrentar el gasto.

Aguilar tiene un hijo que empezará el sexto de Básica en la Unidad Educativa Geovanni Pascoli, en el sur de Quito.

En cuadernos, esferos y otros útiles, dice, ha gastado USD 40, pero para los libros invirtió cerca de USD 150. Mencionó que existen textos que no ha podido conseguir para las asignaturas de educación artística, música y lectura.

Bookpoint es uno de los distribuidores de libros Santillana. Cuenta con tres locales en Quito. Para esta firma, el regreso a clases significa el 90% de ventas en el año.

Así lo detalló su gerente comercial, Enrique Cifuentes, en el punto de la Tomás de Berlanga. Desde agosto hasta la primera semana de septiembre registran mayores ventas.

Los horarios de atención son extendidos. De lunes a sábado atienden hasta las 20:00. También abren los domingos hasta las 14:00, debido a la demanda.

En otras fechas, por ejemplo en el local de la Tomás de Berlanga, atienden dos cajeros. En estas semanas disponen de alrededor de 25 personas, entre cajeros y despachadores.

En Quito hay varios puntos de venta de textos para planteles particulares. Uno es Studium, en la avenida De los Shyris y Bélgica. Este lunes 27 de agosto del 2018, Anahí Almeida compró allí los libros para su hija de 8 años. Estudia en el Colegio Ecuatoriano Español América Latina.

La madre contó que recorrió tres librerías en busca de dos textos de lectura. En libros, por ahora ha gastado USD 70 y en otros útiles, 100.

Ana, otra madre, tiene dos hijas de 13 y 16 años, que acuden al Colegio Los Pinos. Asegura que lo mínimo que ha gastado en un libro es USD 50.

En cada una de sus hijas, comentó, ha invertido USD 400. Se quejó porque “no usan los libros al 100%”.

El subsecretario Daniel Serrano indicó que están por aprobar una nueva regulación, para que los chicos puedan acceder a libros digitalizados. La opción en principio funcionará para planteles públicos. El padre deberá escribir una autorización para que su hijo descargue textos en una computadora u otro dispositivo.

El Ministerio, apuntó Serrano, busca reducir el impacto ambiental y los costos en los textos. En este período probarán la opción en 400 unidades fiscales, dotadas con computadoras. También, promoverán la idea de reutilizar los libros en próximos años.

En algunos centros particulares ya es posible usar contenido digital para inglés o matemáticas. Los padres pagan un costo extra por esa licencia. También hay plataformas para la gestión académica: envío de tareas y reportes, una es Idukay. Sirve a 170 colegios, unos 50 de la capital.

En contexto

Desde el lunes 3 de septiembre, 1 950 000 estudiantes volverán a clases en Sierra y Amazonía. El ingreso, como es usual, será escalonado. Empezarán los alumnos de Bachillerato, hasta llegar a los más pequeños, de Educación Inicial, el lunes 10.

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