Madeline Almeida tiene 20 años y padece de leucemia linfoidea aguda. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
El dolor es tan fuerte que, a veces, Madeline Almeida, de 20 años, no puede levantarse de su cama. Hace seis meses, le detectaron leucemia linfoidea aguda, una enfermedad que requiere un costoso tratamiento, pero su familia no tiene cómo pagarlo.
La madre de la joven, María del Carmen Cangás, manifiesta que su hija estuvo a punto de morir pero “gracias a Dios sigue con vida”.
Viven en una humilde casa en el barrio La Isla, en la parroquia rural de Pifo, al oriente de Quito.
Para llegar a su hogar se debe cruzar una vía de tierra. Ni María ni su esposo tienen trabajo. Viven de la ayuda de sus vecinos y familiares.
Para tomar un bus deben caminar más de un kilómetro. Su hija necesita realizarse quimioterapias de martes a viernes, y para llevarla al hospital, María del Carmen debe tomar un taxi y pagar USD 20, porque debido a los fuertes dolores, la joven no puede viajar en bus.
La tía de la muchacha, Marisol Soto, cuenta que la enfermedad fue un golpe muy fuerte para toda la familia, y admite que, aunque intentan ayudar con lo poco que tienen, no les alcanza.
Hasta el momento han gastado alrededor de USD 3 000 por lo que la familia hace un llamado a la solidaridad de la ciudadanía. Las personas que deseen colaborar lo pueden hacer en la cuenta 2204317081 del Banco del Pichincha a nombre de María Cangás. También pueden contactarse a los números 0994339095 o al 0994154867.